Política

Mónica Oltra: "La corrupción generalizada en Valencia no es un sambenito injusto"

Expulsada del Parlamento autonómico, pateada y en el foco de la atención pública. La semana de Mònica Oltra Jarque (Neuss, Alemania, 1969) ha sido movida. Esta abogada ejerce como portavoz de Compromís pel País Valencià en Les Corts y ha cosechado fama como azote del Gobierno valenciano, en el que el PP tiene mayoría absoluta.

El miércoles, el presidente de la cámara, Juan Cotino, la expulsó por vestir una camiseta en la que se podía leer "No nos falta dinero, nos sobran chorizos". Aunque Cotino se parapetó en el reglamento, la oposición en pleno -PSPV, Compromís y EUPV- abandonó el hemiciclo. Lady Samarreta (camiseta en valenciano), como la bautizaron sus detractores, no se rindió y el mismo jueves regresó al lugar de los hechos con la prenda de marras. Horas después, la diputada regional sufría una carga policial: "Me han empujado, me han tirado al suelo y me han dado patadas en las piernas", declaraba a Público. Oltra, que no para, se había unido a la protesta por los recortes del Instituto Luis Vives, en la que diez alumnos fueron detenidos y varios más resultaron heridos tras tres cargas policiales.

La portavoz de Compromís creció como política combatiendo el 'caso Gürtel'. Desde la tribuna, en los pasillos y a través de los mensajes de su ropa. Ya en 2009, Oltra se enfundó una zamarra con el rostro del entonces presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y las palabras "Wanted. Only Alive (Se busca. Solo vivo)". El éxito cosechado aventó la táctica y pronto usó lemas como "Salvemos el Cabañal", "Transparencia" o "Canal 9 manipula". "Es una manera de resistencia pacífica ante el atropello democrático", explica a EcoDiario.es.

¿Qué le parece que Cotino le echara del hemiciclo?

Me parece mal, muy mal. Es una merma democrática que se encuadra dentro de la estrategia del PP de entender el poder de manera totalitaria y déspota. Es algo medieval y arbitrario. La camiseta expresaba lo que piensa la sociedad: que esta crisis la están pagando las víctimas y no los culpables. Yo creo que esa camiseta era una forma de exteriorizar mi compromiso con los votantes de Compromís. Encima, cuando le pregunté a Cotino si se sentía aludido me dijo que sí, algo insólito si no se identifica con el problema. Esto no pasa en países avanzados, el PP en Les Corts se pasa cinco sentencias del Constitucional, al Tribunal, a la Carta Magna y a la Ley por el forro.

Me puede explicar su gusto por las camisetas reivindicativas. ¿A qué se debe?

El decoro no se lleva en la ropa, se demuestra en una gestión transparente, en no robar al pueblo. El decoro no son los trajes de Carolina Herrera y los cuerpos siliconados de las diputadas populares.

¿Cómo valora la sentencia de Camps?

Me decepcionó, estaba convencida de que iba a ver una condena. Las pruebas son contundentes y la acusación popular ya ha recurrido. Es decepcionante que se vaya de rositas tras el compadreo con la trama corrupta de [Francisco] Correa. A pesar de todo, no deja de ser la anécdota: lo importante es la financiación ilegal de su partido.

El expresident ya ha señalado que es "imposible" que se aleje de la política. ¿Descarta su vuelta?

Podría empezar por venir a los Plenos, que durante siete años casi no lo ha hecho. En realidad, me resulta irrelevante lo que él piense: los ciudadanos sabemos que no es recomendable que esté en política.

¿Qué sucede en Valencia? ¿Corrupción generalizada o un sambenito injusto?

La corrupción es generalizada. 'Gürtel', 'Brugal', 'Emarsa', 'Fabra', derivaciones del 'Palma Arena' y el 'caso Nóos'. Todo lo que tenga relación con la corrupción tiene relación con Valencia. No es un sambenito injusto, lo injusto es que los valencianos tengamos que sufrir esto. Enriquecerse, desviar dinero, perpetuarse en el poder: esto es el todo vale, se han desmoronado las bases del sistema democrático.

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