Política

El fiscal general escucha al abogado de Urdangarin y deja tranquila a la Infanta

Los duques de Palma Imagen: Archivo

La Infanta Cristina no será investigada por las presuntas irregularidades que orquestó su marido, Iñaki Urdangarín, para eludir el pago de impuestos, captar fondos públicos y evadir, al menos un millón de euros a paraísos fiscales.

La Fiscalía General del Estado avaló ayer al fiscal anticorrupción y decidió dejar tranquila a la Infanta Cristina, tal y como pidió hace unos días Mario Pascual Vives, el abogado de Urdangarin.

Un colega suyo de profesión, el letrado Fernando Pamos, había presentado una denuncia contra la hija del Rey por su papel en la empresa Aizoon, al considerar que no había quedado demostrado que desconociera sus actividades. Pero el Ministerio Público se muestra contundente en su respuesta al letrado: "La hipótesis no se acompaña de la más mínima concreción".

Tal y como informó elEconomista el pasado 13 de enero, la Fiscalía Anticorrupción se opuso ya a la apertura de un proceso contra la Infanta, que, salvo que aparecieran nuevas pruebas, no será citada ni siquiera en calidad de testigo. En su informe de conclusiones, adjunto en el sumario de la Operación Babel, el fiscal Pedro Horrach deja claro que sólo determinadas personas estaban al tanto de todo lo que ocurría en el Instituto Nóos, la fundación creada por Urdangarin para captar fondos y del que la Infanta formaba parte, ocultando la información al resto.

Una red cerrada

Se trata, por supuesto, del duque de Palma, como presidente hasta 2006; de Diego Torres, su socio, que figuraba como gerente; de la esposa de éste, Ana María Tejeiro, como responsable del área jurídico fiscal; y de sus dos hermanos, Miguel y Marcos Tejeiro, como secretario y responsable del departamento contable y financiero, respectivamente.

Según el fiscal, "estas personas conformaban un círculo cerrado de toma de decisiones, tanto respecto a los proyectos a desarrollar, como al área financiera y contable de la asociación, manteniendo apartados del conocimiento de la misma al resto de personas que conformaban dicho Comité de Dirección".

El principal problema con el que se encuentra la Infanta Cristina es que, además de formar parte de la junta directiva del Instituto Nóos, es propietaria del 50 por ciento de Aizoon, una de las principales sociedades involucradas en la trama y que fue además embargada por la Seguridad Social.

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