La futura alcaldesa de Madrid, Ana Botella, va a ser la que trate ahora con Esperanza Aguirre. Su relación, en principio de amistad, puede poner fin a las discusiones de la capital con la región autonómica.
Su relación comenzó hace ocho años cuando Botella inició su carrera como cargo público. No obstante ahora puede haber desencuentro si cada una vela por los intereses que representa.
Fuentes populares afirman que Ana Botella ha acabado con el sueño de Aguirre de acabar su carrera política en la capital. Ella fue la primera ministra de Educación y Cultura, la primera presidenta del Senado, la primera presidenta regional electa... ahora no podrá ser la primera alcaldesa de Madrid.
Eliminar solapamientos
Ahora tendrán que entenderse a las buenas o a las malas. Han de cerrar gran parte de los acuerdos de la comisión de duplicidades y tendrán que ver de qué lado se eliminan más solapamientos.
Queda por ejemplo fijar qué pasará con el Eje Prado-Recoletos. Se cree que Aguirre debería darle el sí a Ana Botella para poner fin a una disputa que viene ya desde principios de siglo según informa ABC.
Hasta ahora, Ana Botella ha mostrado una gran decisión a la hora de manifestar sus opiniones sobre cuestiones internas del partido y no siempre ha coincido con el criterio de Aguirre. La futura alcaldesa votó en contra de la destitución de Cobos como portavoz, también se abstuvo para votar la destitución de Francisco Granados como secretario general del PP.