
La familia de Ruiz-Mateos quiso colocar a Teresa Rivero en las listas del PP para las elecciones del 2003. El objetivo era conseguir un campo nuevo para El Rayo Vallecano a cambio de conseguir votos para Esperanza Aguirre.
La familia Ruiz-Mateos diseñó en el 2003 un plan para colocar a Teresa Rivero en las listas del PP. Su estrategia se basaba en que podrían conseguir votos en un barrio donde los populares no tienen gran arraigo: Vallecas. De cara a la repetición de las elecciones que propiciaron el "tamayazo" podría conseguir para la presidenta de la Comunidad el escaño que le faltaba para la mayoría absoluta.
Según El Confidencial, en un texto titulado "Reflexiones y objetivos para la reunión de Esperanza Aguirre" fechado el 17 de septiembre del 2003, los hijos de Teresa Rivero elogiaban a la presidenta madrileña para conseguir sus objetivos. "Una política excepcional" que "goza de gran admiración y respeto en casa", con "gran capacidad para el diálogo" y con un "acertadísimo look de cara a los jóvenes" venía escrito en la misiva.
Aguirre, que se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, necesitaba el apoyo de un barrio como Vallecas. Pero la estampida de los socialistas Tamayo y Sáez obligó a repetir las elecciones el 26 de octubre de 2003. Solicitaban la "inclusión de mamá en las listas por el PP en la cabeza o en la parte media".
Pero los Ruiz-Mateos no hacían esta oferta a cambio de nada, ya que "Vallecas quiere y necesita un campo y una ciudad deportiva para su equipo, que por lo menos merece las mismas atenciones que todos los otros clubes de las diferentes comunidades."
Pese a la insistencia, los polémicos empresarios no consiguieron convencer a la líder popular. Al final, Aguirre logró la mayoría absoluta holgadamente y sin la presencia de Teresa Rivero en las listas.