El Palacio de la Moncloa está listo para recibir a su nuevo inquilino, pero en esta modélica transición, ningún presidente dormirá esta noche en el recinto pues José Luis Rodríguez Zapatero, muy escrupuloso con respetar los tiempos, ha decidido marcharse este mismo martes a una vivienda a las afueras de Madrid. Sin embargo, Rajoy no se instalará hasta pasada la Navidad
Nochebuena gallega
Si Mariano Rajoy sigue adelante con sus planes, se trasladará a vivir allí con su familia después de las fechas navideñas, donde hará parada en Galicia. Obviamente, sí trabajará desde el primer día en el complejo y celebrará este mismo viernes su primer Consejo de Ministros.
Zapatero empieza una nueva vida
Entretanto, la mudanza de la familia del ex presidente del Gobierno está hecha. Ya ha empezado su nueva vida. Ahora su principal tarea se ciñe exclusivamente al PSOE. Quedan todavía cerca de dos meses para el congreso federal en el que abandonará la secretaría general del partido y confía en que el relevo de liderazgo transcurra de la forma más transparente y pacífica posible.
Como ex presidente, ha dejado claro que se dedicará al Consejo de Estado y a su familia, con la que finalmente residirá en Somosaguas, a las afueras de la capital. Su marcha a León tendrá que esperar.
Aplauso y emoción en Moncloa
Zapatero ha abandonó definitivamente ayer a media mañana La Moncloa con la cálida despedida que, por sorpresa, han organizado sus colaboradores y el personal del palacio para decirle adiós. Los trabajadores se han concentrado para darle un aplauso de despedida que ha emocionado al hasta ahora presidente, según han relatado fuentes cercanas. Después ha hecho su primer gesto: subirse a su coche oficial, pero no el de presidente del Gobierno.
De ahí, al Congreso, donde ha asistido a la investidura de Rajoy en el coche que se le ha asignado como ex presidente. En principio, y así le ocurrió a él hace ocho años cuando relevó a José María Aznar, el despliegue de vehículos y de seguridad del presidente del Gobierno no se activa hasta que éste jura o promete su cargo ante el Rey, acto que protagonizará este miércoles Rajoy en la Zarzuela.
Antes de entrar en el hemiciclo, Zapatero ha apuntado que no se va con pena, porque su relevo se enmarca en la "normalidad democrática", y, sentado por última vez en el banco azul. Al concluir la sesión se ha acercado a su contrincante en las dos últimas legislaturas para felicitarle y estrechar su mano en el centro del hemiciclo.
Era hora de abandonarlo definitivamente, tras casi 25 años ocupando un escaño en la Cámara Baja. Si sentía nostalgia, la ha ocultado, y ha dicho a los periodistas que había vivido la jornada con normalidad, porque lo tenía "muy asumido".