
El Partido Popular quiere administrar con prudencia la contundente victoria electoral del domingo y una de las consignas es huir de la extrapolación de estos resultados a unas elecciones generales, ya que no entraban en juego cuatro comunidades autónomas, de las que en tres el PP no tiene el control.
Y Mariano Rajoy se ha encargado de recordar a los miembros del Comité Nacional cómo deben gestionar el éxito y cómo actuar en los pactos para las instituciones en las que no se ha dado una mayoría para gobernar.
El presidente del PP no quiere insistir más en la necesidad de que se adelanten las elecciones generales. "Ya lo dijimos donde y cuando era oportuno -señaló-. En el debate sobre el estado de la Nación de julio del año pasado". Para Rajoy, este Gobierno no es capaz de recuperar la confianza para salir de la crisis y crear empleo.
También recordó que, entonces, aquella apelación unos la habían recibido bien y otros mal. "Le dijimos al presidente del Gobierno que la convocatoria adelantada era buena para él, era buena para el PSOE y era buena para los españoles. Desde aquel momento, recordó, las cosas han ido a peor, pero nuestra posición es la misma". Para Rajoy este Gobierno no está en condiciones de dirigir el país con los problemas que hay, con el empeoramiento de la situación en Grecia, con la subida de la prima de riesgo, "no es el Gobierno más adecuado".
En este contexto, aunque en el PP no creen que cale en Rodríguez Zapatero el mensaje de disolución de las Cámaras y la convocatoria de elecciones generales, el PP comienza desde ya a prepararlas y, para ello, el próximo día 6 de junio se reunirá la Directiva Nacional para estudiar "la mejor alternativa posible".
Los ingredientes necesarios de esta alternativa de los populares, según su presidente, son el rigor, la seriedad, la previsibilidad y la prudencia. En el PP se cuenta con que, dada la situación interna en el PSOE, la necesidad de encontrar un candidato con suficiente apoyo interno, intentarán mantener los precarios acuerdos parlamentarios que tienen para llegar a final de año. Lo que no ven nada claro es que el Grupo Popular entre en la dinámica de negociar un paquete de reformas con el PSOE.
Un portavoz del PP aseguró a elEconomista que a estas alturas es muy difícil que se produzca una iniciativa semejante, pero la actitud del PP no es negarse en banda a llegar a acuerdos concretos si es que el Gobierno es capaz de presentar alguna medida seria y bien articulada de reforma de las relaciones laborales o nuevas soluciones para el sistema financiero, para las pensiones o para la liberalización comercial.
Podemos hablar con todos
Unos días antes, el presidente del PP se reunirá con los responsables regionales del partido para hablar de los pactos en las instituciones en las que no haya mayorías de gobierno. El presidente del PP aseguró que su partido no tiene ataduras a la hora de negociar salvo una: "Podemos hablar con todo el mundo salvo con Bildu".
La estrategia de pactos del PP pasa porque sean ecuánimes, favorezcan la estabilidad en las instituciones y sean duraderos. Rajoy quiere que en los acuerdos no sólo ponga el PP, sino que haya un equilibrado reparto de responsabilidades. Una fuente del partido admitió que esta apelación al do ut des político tiene como destinatario principal a Convergencia i Unió, que precisa del PP para el Ayuntamiento de Barcelona. Rajoy también ha imprimido urgencia a estos pactos. "Trabajaremos desde ya para construir mayorías que den seguridad y certidumbre a los ciudadanos".
Llamamiento a la austeridad
Rajoy ha pedido a los cargos electos de su partido la máxima austeridad, que controlen los gastos, que eliminen los gastos superfluos, que limiten los asesores y los cargos de designación. También ha aconsejado a los responsables de gobernar autonomías y municipios, en la certeza de que deberán adoptar decisiones que pueden ser poco populares, que administren el poder con prudencia, que expliquen las medidas que van a adoptar, que las justifiquen debidamente y que las apliquen con la mayor transparencia. "Que todo el mundo se comporte", resumió Rajoy , que reconoció que han tenido un gran resultado electoral que personalizó en Cospedal, Sánchez Camacho y Basagoiti, por los éxitos en Castilla La Mancha, Cataluña y el País Vasco, que refuerzan la posición nacional del Partido Popular.