El presidente del PP canario, José Manuel Soria, ha dicho hoy que no "hubo prisas" en la designación el pasado lunes de Francisco Camps como candidato para la Comunidad Valenciana por parte del comité electoral regional, que "hizo lo que tenía que hacer" tras "acordarlo" con Génova.
En un desayuno con periodistas, Soria se ha mostrado convencido de que el comité electoral nacional del PP ratificará la candidatura del presidente valenciano y de que el momento en que se hará también está acordado con la dirección del partido.
Tras señalar que su candidatura tampoco ha sido aún ratificada por Génova, ha mostrado su seguridad de que lo será y ha añadido: "Y Paco Camps, también".
Supuestos delitos de cohecho
Soria ha defendido la inocencia de Camps, que siga al frente del PP valenciano y que se vuelva a presentar a las elecciones, y ha recordado que él estuvo imputado por un supuesto delito de cohecho en el "caso salmón", que finalmente fue archivado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Ha aprovechado además para volver a criticar la actuación de la magistrada Victoria Rosell, contra quien ha presentado una denuncia para que se investigue si redactó una querella contra su persona.
"Teniendo en cuenta todo lo que han hecho conmigo, por qué no he de tener dudas de que han hecho lo mismo con Paco Camps", se ha preguntado Soria, quien ha afirmado además que no contempla la hipótesis de que el presidente valenciano sea finalmente sentado en el banquillo.
Soria se ha mostrado muy crítico con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, a quien ha acusado de estar actuando al servicio del Gobierno y del PSOE y de no tener la misma vara de medir cuando los investigados son de uno un otro partido.
En este sentido, ha recordado casos como el de la hija del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, o el de los falsos ERE de Andalucía.
Ha querido además dejar claro que la "generalidad de jueces, fiscales y policías son personas absolutamente imparciales" que trabajan para lo que tienen que trabajar, pero ha insistido en sus críticas a Conde-Pumpido, que ha extendido al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien ha acusado de haber utilizado al Estado como "herramienta de ataque a su adversario político".
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