Caracas, 16 sep (EFE).- La Asamblea Nacional (AN) de Venezuela "debe ser recuperada" y "no estar aislada del país", como ocurre con la mayoría oficialista que la maneja "sin control" desde 2005, dijo hoy a Efe Juan Carlos Caldera, candidato opositor en las legislativas del 26 de septiembre en ese país.
"No vamos a cambiar el Gobierno, pero sí la forma de gobernar. Debemos recuperar la Asamblea como espacio plural", afirmó Caldera, candidato por el partido Primero Justicia (PJ), al visitar a los vecinos del sector La Parrilla, en Petare, uno de los barrios más poblados y violentos de Caracas.
"La violencia, con cerca de 60 homicidios al mes, ha convertido a Petare en uno de los barrios más peligrosos de Latinoamérica, y junto a la sanidad, el suministro de agua y la corrupción son los principales problemas", subrayó en la entrevista con Efe en la circunscripción en la que se presenta.
Caldera dijo que los responsables locales tienen que enfrentar los "continuos obstáculos" del Gobierno venezolano, que "niega recursos constantemente a la alcaldía por estar gobernada por la oposición", que ganó las elecciones de 2008 en el municipio caraqueño de Sucre, en el que se encuentra Petare.
El dirigente opositor criticó al candidato oficialista del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Amorim, por considerarlo un "paracaidista sin ningún tipo de arraigo" en Petare, circunscripción electoral en la que se elige a un diputado.
"El Gobierno sólo se acuerda de Petare un mes antes de las elecciones, después se olvidan del barrio", manifestó.
Caldera dejó de trabajar en la alcaldía para presentarse como candidato en los próximos comicios en los que están convocados más de 17 millones de venezolanos para elegir a los 165 diputados de la Asamblea, en manos del oficialismo desde 2005 por la retirada entonces de la oposición que alegó "irregularidades" electorales.
"Aquello fue un gran error, y no volverá a ocurrir", explicó durante su caminata puerta por puerta por los estrechos callejones de Petare, una colina repleta de "ranchos" (casas de precaria construcción) donde viven unos 1,2 millones de habitantes.
Caldera, que fue representante de la oposición ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), mostró su confianza en el sistema electoral pero censuró el "ventajismo electoral" del PSUV, que, dijo, "utiliza impunemente los recursos públicos a su favor".
Pese a ello, expresó su "esperanza" de que la oposición, que se presenta en alianza bajo la plataforma Mesa de la Unidad (MUD), alcance un resultado "positivo" en los comicios.
Vaticinó que el próximo 26 de septiembre el oficialismo "no alcanzará los dos tercios (110 diputados)", marcados por el presidente venezolano, Hugo Chávez, como hito para mantener el proyecto de "revolución" que impulsa.
Por ello, el candidato opositor se mostró "desconfiado" respecto a la posible reacción del oficialismo ante la pérdida del control total de la unicameral Asamblea venezolana.
"No creo que (en el oficialismo) metabolicen una Asamblea plural, están acostumbrados a hacer lo que les da la gana (...) No confían en el juego democrático", sentenció.
Agregó que "la labor de la bancada opositora a partir de enero será dar "candela (batalla)" en el parlamento venezolano.
Durante su recorrido por el barrio, Caldera y sus acompañantes se toparon con varios simpatizantes del "chavismo" que gritaron consignas a favor del presidente mientras agitaban banderas rojas, color del oficialismo venezolano.
"Gajes del oficio", dijo uno de los miembros del equipo de campaña de Caldera, mientras respondía las críticas y pegaba carteles en las paredes de ladrillo, al ritmo de la salsa que brotaba de un camión con altavoces.
"Nuestra oferta es que somos el cambio frente al continuismo de Chávez. Un lema que, ya oyeron, sale del mismo pueblo", añadió ya en el vehículo de regreso a la sede de Primero Justicia.
Las elecciones del 26 de septiembre, en las que también se escogerán los 12 representantes en el Parlamento Andino (Parlatino), definirán un nuevo equilibrio de fuerzas en la Asamblea venezolana y han sido calificadas por ambos bandos como "cruciales" para el futuro político del país.