Barcelona, 21 jul (EFE).- El sector más catalanista del PSC, con los consellers Antoni Castells y Montserrat Tura al frente, se ha desmarcado de la dirección del partido que lidera José Montilla en su estrategia en el debate del estado de la nación, mientras ERC ha finiquitado el mandato al tildar el Govern tripartito de "interino".
El vertiginoso ritmo de la política catalana sigue su curso con la vista puesta en las elecciones catalanas -la fecha del 24 de octubre parece cada vez más sólida-, sobre todo después del fiasco de la unidad catalana en el Congreso para aprobar una resolución que recogiese lo expresado por el Parlament el viernes pasado, día 16.
En diez días se ha pasado de una masiva manifestación liderada por Montilla, que aglutinaba a una amalgama de diferentes sensibilidades contrarias a la sentencia del Estatut, y de una resolución mayoritaria en el Parlament en base al preámbulo del Eststut a que, ayer, fuese imposible que prosperase ninguna iniciativa sobre el Estatut en el Congreso de los Diputados.
Como consecuencia de la manifestación del 10-J, el presidente catalán, José Montilla, ha acudido hoy a la Moncloa para pedirle a Jose Luis Rodríguez Zapatero un "gesto político" para imprimir un fuerte impulso político al desarrollo del Estatut que ayude a superar la desafección causada por la sentencia del Constitucional.
"Creo que podemos y debemos tener un proyecto compartido. Pero para que esto sea posible, las instituciones del Estado también tienen que cambiar de actitud y mostrar su compromiso permanente de desarrollar el potencial de autogobierno acordado y de garantizar que el proyecto español compartido se basa precisamente en el respeto hacia las diversas realidades nacionales y regionales que lo integran", ha dicho Montilla tras dos horas reunido con Zapatero.
En este contexto, la consellera de Justicia y dirigente del ala más catalanista del PSC, Montserrat Tura, ha admitido que le habría gustado que los 25 diputados del PSC en el Congreso hubiesen votado la declaración con el preámbulo del Estatut acordada en el Parlament, lamentando, eso sí, que al final no prosperara ninguna resolución por la "obcecación tacticista" de CiU y ERC.
Más directo ha sido el conseller de Economía, Antoni Castells, que cree que el PSC debería haber presentado una resolución propia en Madrid y haber invitado al resto de fuerzas catalanas a hacerla suya, una vez constatado que PSC y PSOE no tienen la misma posición.
El diputado del PSC Joan Ferran ha replicado que es la dirección del PSC quien decide sobre las votaciones en Madrid y que no romperá "la unidad de la socialdemocracia" ni en Madrid ni en Europa, "en donde votamos con los socialistas, ya sean de Malta o de Chipre".
Además, la fundación Nou Cicle, integrada en el ala catalanista del PSC, ha pedido la vuelta activa del ex presidente Pasqual Maragall, y que el PSC acuda a las generales con el compromiso "inmediato y pactado" de tener grupo propio en el Congreso.
Por su parte, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha opinado que el Govern está en interinidad a la espera de elecciones, y ha reprochado a Montilla que haya renunciado a "políticas de izquierda y a mayorías de izquierda para salvar a España y a Zapatero".
El líder de ERC se ha continuado desmarcado del PSC y ha dicho que el presidente catalán ha ido hoy a La Moncloa a buscar "el finiquito del Estatut", e incluso ha admitido haber trasladado a Montilla su preferencia por que las elecciones se celebren en "octubre".
Puigcercós ha considerado un "error histórico" que el PSC no avalara ayer en el Congreso la resolución propuesta por Montilla en el Parlament, pero a la vez, a pesar de estas críticas, ha comentado que harían "el ridículo" si rompieran ahora el tripartito.
Al unísono, CiU y ERC han acusado en el Parlament al PSC de anteponer su relación con el PSOE a la defensa de los intereses de Cataluña, después de que ayer no fuese posible que los socialistas apoyasen en el debate del estado de la nación una resolución con la propuesta del Parlament que lideró el propio presidente catalán.
Por su lado, el líder de CiU, Artur Mas, ha asegurado que la reunión que han mantenido Zapatero y Montilla ha sido una escenificación y "un brindis al sol" de cara a las catalanas.
La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha valorado la entrevista entre Zapatero y Montilla como "una escena de sofá poco creíble". "Hablan pero no se entienden y protagonizan una escena de matrimonio que no se la cree nadie", ha dicho.