Política

El imán de Cunit niega coacciones y amenazas a la mediadora cultural marroquí

Tarragona, 1 jul (EFE).- El imán de la localidad tarraconense de Cunit, acusado de amenazas, coacciones y calumnias a una mediadora cultural marroquí contratada por el consistorio, ha afirmado en el juicio que se sigue contra él que "jamás" maniobró para que la mujer fuera despedida de su trabajo por llevar un modo de vida occidental.

En este sentido, M.B., ha declarado que "nunca" ha recriminado a la víctima, F.G., "ni a ninguna otra mujer" que no llevara velo y que, si firmó un documento de queja contra la mediadora cultural, fue "por dos razones": porque una vez le "escupió" y le llamó "ladrón e hijo de puta" y, en una ocasión, le acusó de ser un "terrorista".

M.B. ha entrado en contradicción cuando, posteriormente, ha manifestado que F.G. le llamó "terrorista" después de que él suscribiera el documento de queja, un escrito que, ha añadido, "impulsó un grupo de mujeres musulmanas" por el trato que recibían de la denunciante cuando acudían al ayuntamiento a hacer gestiones.

El imán también ha negado ser el líder espiritual de los musulmanes de Cunit, y ha defendido que no actúa como consejero o asesor ante las autoridades locales de la comunidad islámica, ya que sólo se dedica a "rezar".

Por su parte, A.O., presidente de la Asociación Cultural Islámica de Cunit y también acusado de coacciones y calumnias, ha explicado que no conocía a F.G. hasta que "un grupo de mujeres" le explicaron que "las trataba mal, les gritaba y les faltaba al respeto" cuando acudían a realizar trámites a las oficinas municipales.

Por "solidaridad" con ellas, ha explicado A.O., firmó el documento de queja que se dirigió al Ayuntamiento de Cunit y que, ha asegurado, "simplemente tenía como objetivo que se mejorara el trato que se da a los inmigrantes marroquíes del municipio".

Ha negado que hablara con la alcaldesa de Cunit, Judith Alberich, para conseguir que la despidieran. "Tenía una cita con ella para hablar sobre la fiesta del cordero. Me llamaron y me dijeron que fuera con M.B., y allí la alcaldesa me dijo que íbamos a tratar el problema que existía entre él y F.G.", ha relatado.

Según ha dicho este acusado, tampoco habló para conseguir que despidiesen a F.G. con el líder espiritual del Baix Llobregat ni con el imán de Mataró. Con este último "mantengo una relación de amistad porque estuvo tres años en Segur de Calafell. Fue profesor de mi hijo", ha manifestado.

Del mismo modo, ha negado que tratase este asunto con un responsable de Asuntos Religiosos de la Generalitat.

También ha declarado la hija del imán de Cunit, quien ha reconocido que ella escribió el documento en contra de la gestión de la mediadora cultural, pero que lo hizo porque así se lo pidió "un grupo de mujeres" porque ella era la única que escribía correctamente el castellano.

Ha añadido que está de acuerdo con el contenido de dicho escrito porque, en su opinión, F.G. no tiene la formación adecuada para el puesto que ocupa, ya que un mediador "tiene que solucionar conflictos y no provocarlos".

Por otra parte, ha corroborado que, el 22 de noviembre de 2008, ella y su padre se encontraron con la denunciante, que iba acompañada de su marido, y "escupió e insultó" a su padre y a ella le propinó "un codazo", un episodio que acabó con denuncias cruzadas de ambas partes.

El fiscal solicita cinco años de prisión para M.B., mientras que para A.O. pide cuatro años de cárcel por presuntos delitos de coacciones y calumnias, mientras que la esposa y la hija del imán se enfrentan a dos años de prisión por coacciones.

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