El Partido Popular está convencido de que las elecciones que se celebrarán en otoño en Cataluña le convertirán en una fuerza decisiva para determinar quien estará al frente de la Generalitat, y está dispuesto a llegar a acuerdos para ello aunque descarta que su apoyo sea "gratis".
Así lo han asegurado fuentes de la dirección del PP ante la próxima cita electoral catalana, que afrontan con optimismo y con la percepción de que se cumplirá lo que vaticina la mayoría de las encuestas respecto a un descenso en el apoyo que obtendrían los miembros del tripartito (PSC, ERC e ICV) y un mayor respaldo a CiU.
En esa misma línea, se confía en que el PP catalán aumente su número de votos y de escaños en el Parlament de la mano de Alicia Sánchez Camacho, a quien, según han recalcado a Efe fuentes de la cúpula popular, se pretende dar la "batuta" para diseñar tanto la estrategia preelectoral como la que se seguirá una vez conocidos los resultados de los comicios.