
Los hondureños van a las urnas en pocos horas, en medio de una de las mayores crisis políticas por las cuales ha atravesado el país, donde la campaña electoral pasó a un segundo plano y todo debate se redujo a un duelo sobre el regreso o no del derrocado presidente Manuel Zelaya, al poder.
Fue un duelo tan intenso, que fuera del país apenas se conocen los nombres de los candidatos. Dentro, por veces, todo parece resumirse a un enfrentamiento personal de Micheletti y Zelaya, salpicado con hechos de violencia, que se han intensificado en las últimas horas, y bien pudiera enturbiar el ambiente electoral.
Ciudad de San Pedro Sula
Las autoridades informaron de la detonación de un artefacto explosivo en una zona comercial de la norteña ciudad de San Pedro Sula, y otra explosión que habría causado daños en una escuela de la población de Lepaera, en la provincia de Lempira.
Las escuelas son tradicionalmente utilizadas como centros de votación en el empobrecido país centroamericano de 7.8 millones de habitantes. Las autoridades también reportaron daños por el lanzamiento de una granada M-67, contra las instalaciones de la emisora Radio América, también en Tegucigalpa.
Violencia sin víctimas
Ninguna de las detonaciones dejó víctimas, pero se sumaron a cuatro atentados contra centros de votación ocurridos el viernes en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país.
Además, la policía decomisó una barra de dinamita, varios metros de cordón detonante y un manual para elaborar bombas en un apartamento de la colonia Tiloarque, al suroeste de la capital, informó el jefe de la Dirección de Servicios Especiales de Investigación de la Policía Nacional, René Maradiaga.
No fue lo único, al anochecer, en una segunda operación, las autoridades detuvieron a dos hondureños en una casa de la colonia Alameda, también en la capital, donde encontraron enterrados un número sustancial de proyectiles para lanza-granadas RPG-7, dos granadas de fragmentación, explosivo plástico y dos fusiles AK-47.