Primero fueron las disensiones internas las que lo inhabilitaron para la reconquista del poder tras la salida de Joaquín Leguina. Ahora es la falta de talla de sus líderes la que coloca a esta formación política en una situación excéntrica y marginal.
Corrobora esta tesis el hecho de que el PSM-PSOE haya boicoteado con su inasistencia el acto de homenaje a las víctimas del 11-M que se ha celebrado a primera hora de la mañana frente a la placa instalada en la fachada de la Casa de Correos -sede de la Presidencia autonómica- en que se rinde tributo a quienes auxiliaron solidaridamente a las víctimas de la horda terrorista durante aquella infausta jornada de la que hoy se cumplen cinco años.
Junto a Esperanza Aguirre, han estado presentes el alcalde de Madrid, la portavoz de IU en la asamblea de Madrid y el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Las razones del PSM
La ausencia del PSM ha sido en protesta por el 'cerrojazo' de Aguirre a la comisión de investigación que teóricamente había de investigar el caso del espionaje en el seno del gobierno autonómico. No hace falta decir que la irritación que pueda haber causado a los socialistas esta supuesta o real arbitrariedad nada tiene que ver con la memoria de las víctimas del 11-M ni con el homenaje a los ciudadanos de Madrid que mitigaron su dolor con un derroche de entrega solidaria.
En democracia, la política es rivalidad, dialéctica, no enemistad ni animadversión ni inquina. Y el juego institucional ha de respetarse en todo caso. Los socialistas madrileños, al sacar de este modo los pies del tiesto, han ignorado que su presencia pública no es autónoma: representa a todos los electores que han secundado su representatividad.
Por ello es absolutamente censurable que, por una rabieta, hayan impedido la adhesión moral de un sector de madrileños a unos actos cívicos de indudable trascendencia. Alguien debería hacerle ver con voz airada a Tomás Gómez, secretario de los socialistas madrileños, que ha cometido un error gravísimo, del que debería pedir disculpas a todos los ciudadanos.