Política

Pistoletazo de salida de las elecciones autonómicas vascas y gallegas

Viernes y 13, no es el título de una película de terror, aunque para alguno pueda suponer un augurio de lo que suceda el primero de marzo. Es el pistoletazo de salida oficial de la campaña electoral vasca. Anoche, el Tribunal Constitucional confirma la anulación de las listas de Askatasuna y D3M.

Sin embargo, llevamos mes y medio de 'pre' campaña, la carrera por las urnas despegó el 2 de enero, en el instante mismo en que el actual lehendakari Juan José Ibarretxe anunció la fecha de al contienda electoral.

Así el primero de marzo se desplegarán 2.700 urnas, repartidas por 760 colegios electorales, a los que estarán convocados 1.776.006 electores, de los cuales 43.660 son residentes en el extranjero.

Los comicios vascos costarán, desde la perspectiva organizativa, 2,4 millones de euros, lo que implica un alza del 8% con respecto a las autonómicas de 2005, medio punto por debajo de la inflación real acumulada en los últimos cuatro años.

La mayor parte de dicho presupuesto, alrededor de 1,9 millones, sufragarán los gastos de Ayuntamientos y personal de las mesas electorales. La partida, que fue aprobada ayer por el Consejo de Gobierno, supone un 8% más que la de las elecciones autonómicas de 2005. Los otros 431.000 euros financiarán el funcionamiento de las Juntas Electorales.

Aparte, hay que contabilizar los presupuestos que manejen los partidos políticos en sus campañas. El límite de gasto marcado por la legislación vasca para cada formación se sitúa en 1.478.186 euros. Una vez transcurridos los comicios y en función de los resultados obtenido por cada formación, los partidos recibirán 24.935 euros por cada escaño obtenido y 0,84 euros por cada voto. A estas cifras se añaden 41.559 euros por cada circunscripción electoral en la que consigan un escaño y otros 0,21 euros por elector para sufragar los gastos de propaganda y papeletas.

Novena votación de Lehendakari

Esta es la novena ocasión en que los vascos son llamados a las urnas para elegir al que ha de ocupar la presidencia, la Lehendakaritza. El primer lehendakari vasco de la democracia fue Carlos Garaikoetxea, que entonces militaba en el PNV, le siguió el también nacionalista José Antonio Ardanza y el actual inquilino del Palacio de Ajuria Enea Juan José Ibarretxe concurre poscuarta vez como cabeza de lista del PNV.

En la mayor parte de las contiendas electorales el ganador indiscutible fue el PNV, con excepción de excepto en 1986 en que los socialistas fueron los que más escaños conquistaron en el Parlamento Vasco, pero optaron por ceder el puesto de lehendakari al PNV dentro de un acuerdo de gobernabilidad en el cual se quedaron con la vicepresidencia.

Empate entre Ibarretxe y López

En esta ocasión PNV y PSE parten de posiciones muy parecidas, la mayor parte de las encuestas realizadas en los últimos meses plantean un empate técnico, con leves oscilaciones, que hacen que nadie sea capaz de augurar el resultado final.

El ascenso socialista ha sido una realidad en todas las demás citas electorales (Generales, Municipales, Europeas), mientras que PNV y sus socios de Gobierno EA e IU han sufrido varapalos consecutivos en las urnas.

El Parlamento Vasco se compone de 75 escaños, por lo tanto para obtener mayoría absoluta hacen falta 38 parlamentarios. El último barómetro del CIS atribuye al PNV una perspectiva de resultados de 27-28 escaños, mientras que a sus aliados del tripartito les coloca 3-4 parlamentarios a EA; y 3 a IU-EB. Otros 3 sacaría el también nacionalista Aralar.

Por el otro lado, el PSE crecería mucho, hasta los 26 escaños, mientras que PP bajaría pero mantendría entre 11 y 12 sillones y UPyD se estrenaría con un escaño. Por tanto, contando con aliados o apoyos tanto Ibarretxe como López rozan la mayoría absoluta. La incertidumbre es máxima.

Precampaña de inauguraciones

Oficialmente la campaña empieza a las cero horas del 13 de febrero, en la práctica comenzó a medio día del pasado dos de enero, en el instante mismo en que Ibarretxe anunció al disolución del Parlamento y la convocatoria de los comicios.

Este mes y medio ha sido uno de los más intensos, informativamente hablando, de los últimos años. Inicialmente la precampaña iba a estar mediatizada por la vista oral ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) contra Juan José Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares por sus reuniones con Arnaldo Otegi y tres dirigentes más de la ilegalizada Batasuna.

Pero el sorpresivo archivo de la causa, así como la agudización de la crisis económica e industrial, ha derivado en un brusco cambio de mensajes. Todos se presentan como los gestores que harán posible salir antes de la crisis y los cabezas de lista de cada partido se afanan por salir en fotografías rodeados de empresarios.

De forma paralela se han sucedido las consabidas inauguraciones, reinauguraciones y anuncio de proyectos de lo más variopinto a tres o cinco años vista.

Por parte de las administraciones vascas, casualmente, en este mes y medio hemos inaugurado tres centros tecnológicos (AIC de automoción; CIC Nanogune de nanotecnología y la nueva sede de Azti en el parque Tecnológico de Vizcaya), algunos de ellos parcialmente, en reserva de futuros cortes de cinta. También se cruzó el umbral del nuevo hospital oncológico de San Sebastián que no entrará en funcionamiento hasta dentro de varios meses. En todos estos actos ha podido estar presente Ibarretxe.

El PSE, con eso de que tiene a Rodríguez Zapatero en la Moncloa, tampoco se ha quedado corto. Ha puesto en boca de la ministra de Ciencia y Tecnología una partida de 15 millones de euros para respaldar la candidatura europea para la sede vasca de la Fuente de Espalación de Neutrones; y hemos hecho que Magdalena Álvarez visite tres veces Euskadi para recordar que es el Gobierno central el que financia las obras del tren de alta velocidad y para anunciar la ampliación del aeropuerto cinco años ante de su materialización.

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