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El ramadán, una prueba extra para los musulmanes en los Juegos

LONDRES (Reuters) - Cuando el ciclista malayo Azizulhasni Awang optó por posponer el ayuno del ramadán hasta después de los Juegos de Londres, la decisión se debió exclusivamente a que quiere perseguir el oro olímpico.

Cualquier cosa que pueda poner en peligro la posibilidad de lograr un metal para el joven de 24 años en sus segundos Juegos Olímpicos tiene que abordarse con sensatez, dice. Y no comer ni beber entre el amanecer y el atardecer todos los días durante cuatro semanas es demasiado arriesgado.

"Tenemos que entrenar, necesitamos alimentos, fluidos, agua", dijo a Reuters durante una sesión de entrenamientos en un velódromo de Melbourne con su compañera de equipo Fatehah Mustapa, que se convertirá en la primera ciclista malaya que compita en unos Juegos.

"Hemos entrenado muy, muy duro (...) para lograr el oro, así que no lo vamos a desperdiciar. Estos Juegos son muy importantes para Fatehah y yo. ¿Crees que los vamos a sacrificar?"

La coincidencia del ramadán este año con los Juegos de Londres, que comienzan el 27 de julio - ya con el mes musulmán del ayuno empezado una semana antes - supone un dilema para los alrededor de 3.000 deportistas musulmanes que se esperan que participen.

Durante este mes, se espera que los musulmanes se abstengan de comer y beber durante las horas del día. Los deportistas pueden retrasar su ayuno hasta una fecha posterior, pero muchos de ellos que proceden de culturas o países en los que no hacerlo está mal visto podrían acabar cumpliéndolo.

PODER MUSCULAR, FUERZA ESPIRITUAL

Los expertos médicos dicen que, al menos teóricamente, una disminución en el consumo de alimentos durante el ramadán podría vaciar las reservas en el hígado y del glocógeno muscular. Esto puede llevar a un descenso en su rendimiento, sobre todo en los deportes que requieren de fuerza muscular.

Previendo potenciales problemas y trabajando antes de tiempo, el grupo de trabajo de nutrición del Comité Olímpico Internacional (COI) se reunió en 2009 para revisar las pruebas y llegó a la conclusión de que ayunar en el ramadán podría ser problemático para algunos deportistas, pero que el impacto probable a nivel general del ayuno musulmán durante los Juegos de Londres no estaba nada claro.

Ronald Maughan, un científico del deporte de la Universidad británica de Loughborough que presidió el grupo de trabajo, estuvo de acuerdo con que es probable que se produzcan cambios físicos. Sin embargo, también destacó que cumplir el ayuno supone una disciplina mental y espiritual que no debe subestimarse.

"Algunos deportistas musulmanes dicen que rinden mejor durante el ramadán aunque estén ayunando porque están centrados de un modo más intenso y porque es un momento muy espiritual para ellos", dijo a Reuters.

"Su fe les da fuerza, y el ramadán es una parte integral de esa fe".

Maughan dirigió un equipo de científicos que revisó más de 400 artículos de investigación sobre el ramadán, y concluyó que en la mayoría de las situaciones, "cumplir el ramadán solo tiene consecuencias adversas limitadas, tanto para el entrenamiento como para el rendimiento competitivo", tal y como publicaron en British Journal of Sports Medicine (BJSM) este mes.

Jim Waterhouse, profesor del deporte y del ejercicio en la Universidad John Moores de Liverpool, les aconseja sobre todo seguir el ejemplo de Azizul y Fatehah y posponer el ayuno.

"Es muy difícil que una persona que sea un fuerte partidario del ramadán pueda mantener un programa adecuado de preparación para algo tan importante como una competición olímpica mientras ayuna", dijo. "Simplemente no encaja con la fisiología".

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