
A pesar de su inocencia, la corredora palentina está hundida por el desprestigio de su imagen. Por este motivo sopesa su retirada, tras toda la presión mediática que ha sufrido.
El dedo acusador spuso en duda su impecable reputación y le ha hecho pasar uno de los peores momentos en su carrera. La 'Operación Galgo' ha puesto en jaque su honestidad ante todo el país.
Algo de lo que le está costando recuperarse. Después de que la Guardia Civil encontrara en su domicilio supuestas sustancias dopantes, el atletismo sufrió un furo golpe.
Aunque la justicia no le ha castigado y ha sido absuelta, su integridad psíquica se ha resquebrajado. Según 'El Confidencial', si por ella fuera no volvería a competir, pero su entorno le anima a que retome los entrenamientos y después se plantee si quiere volver a competir o no.
Antes de que estallará el escándalo, la intención de Marta era volver a los entrenamientos con la vista puesta en los Juegos de Londres de 2012.
Pero dos meses después de su maternidad, la mejor atleta española de todos los tiempos no ha vuelto a los entrenamientos para preparar, a sus 35 años, la que podría ser su última gran cita como profesional.