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Los ojos del mundo miran hacia Londres 2012

LONDRES (Reuters) - Los organizadores de los Juegos Olímpicos de 2012 quieren imitar el ambiente festivo que se vivió en las calles de Vancouver, ahora que se ha bajado el telón de los Juegos Olímpicos de Invierno y todos los ojos se vuelven hacia Londres.

Los organizadores de Londres 2012 siempre han prometido que serán unos Juegos austeros, contrarrestando la ostentación de Pekín 2008, que se estima que se gastó 59.580 millones de dólares (casi 43.750 millones de euros) para organizar el mayor evento deportivo del mundo.

Londres también prometió que proporcionaría eficiencia, con el compromiso añadido de entregar un legado que evitaría generar grandes y lujosos recintos que luego no encuentran ninguna utilidad, como ha sucedido en Juegos anteriores, como en Atenas o Pekín.

La capital inglesa se ha mostrado eficaz con sólo 9.300 millones de libras esterlinas de presupuesto (algo más de 10.000 millones de euros) y sigue el camino de 1948, la última vez que Londres albergó los Juegos Olímpicos, cuando las dificultades económicas dieron como resultado los llamados "Juegos de la austeridad".

La actual crisis económica ha obligado a apretarse el cinturón de nuevo, y las anunciadas nuevas sedes de esgrima y bádminton han sido descartadas en favor de las ya existentes.

El evento de Londres ya está en marcha, con redes de transporte mejoradas, nuevas sedes y la perspectiva de que empresas de alta tecnología desarrollen lo que será el parque urbano más grande de Reino Unido en más de 100 años.

"Cada edición de los Juegos Olímpicos es especial por diferentes razones, y creo que a pesar de la cantidad de dinero que se gasta en Londres (...) se busca la rentabilidad, asegurándose de que habrá un legado tangible", dijo a Reuters Simon Chadwick, profesor de negocios estratégicos del deporte de la Coventry University Business School.

PRESUPUESTO EN SEGURIDAD

Cualquier esperanza de que los Juegos de Londres signifiquen un "regreso a la realidad" económica puede ser exagerada, en parte porque la ciudad tiene una reputación mundial que no puede permitirse el lujo de poner en peligro, pero principalmente porque la competición se ha vuelto demasiado comercial.

Londres está en "el presupuesto y en el tiempo", según los organizadores, pero el coste es aproximadamente tres veces mayor a su estimación inicial.

La recesión económica puso en peligro la asociación pública y privada para realizar dos de los mayores proyectos del Parque Olímpico: la Villa Olímpica y el centro de prensa, obligando a los contribuyentes a hacer un esfuerzo mayor.

Los expertos dicen que el presupuesto de seguridad de 600 millones de libras esterlinas (657 millones de euros), el mismo que de Vancouver, es poco optimista, dado que Gran Bretaña es un objetivo mucho más grande para potenciales ataques tras su apoyo a las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán e Irak.

Pese a las promesas de dejar un auténtico legado, algunos legisladores temen que la falta de posibilidades de alquilar el estadio olímpico después de los Juegos se traducirá en sedes vacías, con un coste de 276 millones de libras esterlinas (unos 300 millones de euros).

COMPETENCIAS DE LA POLICÍA

La policía tendrá la competencia de entrar en los domicilios y será capaz de impedir que las personas transporten artículos de marcas que no sean patrocinadoras del evento deportivo.

"Creo que habrá mucha gente haciendo cosas completamente inocentes que van a ser detenidas. Algunas personas serán procesadas, mientras que otras estarán tan molestas al respecto que empezarán a protestar sobre aspectos de libertades civiles", dijo Chadwick.

"Creo que lo que potencialmente pasará es que se suscitará un debate sobre la naturaleza comercial de los Juegos. ¿Los grandes patrocinadores tienen demasiada influencia sobre los Juegos?", se preguntó.

Un posible cambio en el Gobierno nacional durante esta primavera no perturbará la planificación, dicen los analistas, pero algunos problemas como los conocidos atascos de tráfico de la ciudad y la política de venta de entradas a llevar a cabo para evitar asientos vacíos tienen todavía que ser consideradas.

Sin embargo, en general, la planificación de Londres va bien, dijo Chris Gratton, profesor de economía del deporte en la Sheffield Hallam University.

"Es dinámica, hay cambios y ciertas personas que se pierden con ello, pero el resultado final es más o menos positivo", concluyó.

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