
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha reiterado sus condiciones previas de cara a la firma del Acuerdo Bilateral de Seguridad (ABS), el pacto que ampara la continuidad de las fuerzas estadounidenses en el país centroasiático.
Así, ha descartado la posibilidad de que pueda estallar una guerra civil en el país a consecuencia de la retirada de las tropas de la OTAN en caso de que el pacto no llegue a rubricarse, según ha informado el diario afgano 'Khaama Press'.
En este sentido, ha apuntado que la intervención de países extranjeros en el país llevó a una guerra en los años noventa, al tiempo que ha indicado que la población está unida, por lo que ha argumentado que los enfrentamientos entre grupos y la guerra contra los talibán no han de ser achacados al pueblo afgano.
El mandatario quiere que Estados Unidos se comprometa a no realizar ninguna operación militar en viviendas de civiles y a impulsar de forma honesta el proceso de paz con los talibán como paso previo a la firma del acuerdo.
En respuesta, el Gobierno estadounidense ha anunciado que estudiará poner en práctica la denominada 'opción cero' en Afganistán, es decir, el repliegue de todas sus tropas después de 2014.
Este desacuerdo entre los Gobiernos afgano y estadounidense refuerza las dudas sobre si las tropas estadounidenses y de la OTAN se mantendrán después de que concluya el próximo año en Afganistán, que se enfrenta a una insurgencia aún potente organizada por los milicianos talibán y aún está entrenando a su propio Ejército.
Las tropas estadounidenses han estado en Afganistán desde que lideraron a las fuerzas multinacionales en el derrocamiento del régimen talibán a finales del 2001. Hace poco más de dos años, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suspendió unas negociaciones con Irak sobre mantener una fuerza estadounidense residual en ese país. En octubre de 2011, cuando anunció esa decisión, había más de 40.000 militares de su país en Irak. Para finales de ese año, todos se habían retirado.
En Afganistán, todavía hay 47.000 militares estadounidenses. Estados Unidos ha estado en conversaciones con funcionarios afganos para mantener una pequeña fuerza residual de alrededor de 8.000 militares en el país después de que termine sus operaciones el próximo año.