
Un portavoz de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Behrouz Kamalvandi, ha anunciado que han concluido con éxito las pruebas de una nueva generación de centrifugadoras que mejoran la eficacia del proceso de enriquecimiento de uranio que servirá como combustible para una red de centrales nucleares. La información sobre este proceso ya ha sido trasladada a la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA).
"La nueva generación tiene una mayor capacidad que la primera y segunda generaciones de máquinas. Ya han sido sometidas a los primeras pruebas", ha afirmado Kamalvandi, según recoge la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.
Kamalvandi ha señalado que Irán ya ha entregado a la AIEA "la información necesaria sobre la investigación" que se enmarca en "las actividades (nucleares) pacíficas" autorizadas en virtud del Acuerdo de Garantías suscrito por Irán.
Este uranio servirá para abastecer la red de 20 centrales nucleares para la generación eléctrica cuya construcción ya ha sido aprobada por el Parlamento iraní y que a largo plazo podrían generar 20.000 megawatios de electricidad, ha destacado Kamalvandi.
El desarrollo de centrifugadoras más avanzadas no contraviene el acuerdo suscrito el mes pasado entre Irán y las principales potencias mundiales. Sin embargo, la capacidad para enriquecer uranio más rápidamente acerca un poco más a Irán a la posibilidad de desarrollar una bomba atómica.
Ha llegado a Irán un equipo de inspectores de la AIEA que visitarán el reactor de agua pesada de Arak, capaz de refinar plutonio.
Esta inspección es "una acción voluntaria" que constituye "un gesto de buena voluntad" por parte de Irán "para aclarar cualquier ambigüedad sobre la naturaleza pacífica del programa de energía nuclear iraní", según informa la televisión estatal Press TV. La inspección tendrá lugar este lunes.