
El resultado de las negociaciones en Ginebra entre Irán y las potencias mundiales era incierto, tras cuatro días de "difíciles" negociaciones, mientras que Teherán reiteró su pedido de que sea reconocido su derecho a enriquecer uranio.
Los negociadores seguían trabajando en la madrugada del domingo, antes de la partida inminente del secretario de Estado norteamericano John Kerry, que viajará hoy por la mañana a Londres.
Irán quiere una referencia explícita a su derecho a enriquecer uranio en el acuerdo que negocia con las grandes potencias en Ginebra, afirmó el sábado por la noche el negociador en jefe iraní, Abas Araghchi.
"Insistimos en nuestro derecho al enriquecimiento que debería ser reconocido claramente en el texto del acuerdo" que Irán y las grandes potencias tratan de alcanzar desde hace cuatro días sobre el programa nuclear de Teherán, dijo a los medios iraníes en conferencia de prensa.El derecho a enriquecer uranio no consta en el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) que Irán firmó.Este tema está en el centro de las preocupaciones de los países occidentales y de Israel, que temen que Irán utilice el uranio enriquecido al 20% para obtener uranio al 90% para uso militar, a pesar de los desmentidos de Teherán. Irán afirma que este uranio será utilizado en su reactor de investigación y a fines médicos.
Araghchi estimó que las negociaciones "progresan, pero lentamente". Según él, "el 98% del acuerdo está listo, pero el 2% restante es quizá más importante que los otros puntos".
Uno de los temas pendientes "es el derecho al enriquecimiento que debería ser reconocido por escrito y en la práctica", reiteró.
Los diplomáticos del grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) negocian desde el miércoles para alcanzar un acuerdo provisional para limitar el controvertido programa nuclear iraní a cambio de una disminución de las sanciones que pesan sobre Teherán.
La reunión, que debía durar dos días, terminará a más tardar el domingo al medio día, precisó Araghchi.
Las grandes potencias guardaban por su parte un silencio absoluto sobre el avance de las negociaciones. Los ministros del grupo 5+1 se reunieron varias veces el sábado. También se mantuvo el sábado por la noche un encuentro entre el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y sus homólogos de la Unión Europea y de Irán, CatheriEl portavoz del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, indicó el sábado que el jefe de la diplomacia estadounidense viajará el domingo a Londres desde Ginebra para mantener conversaciones con el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, y el primer ministro libio, Alí Zeidan.
"Esto podría marcar un último plazo para apremiar a los negociadores", estimó Mark Hibbs de la Fundación Carnegie por la paz internacional.
El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Zarif, declaró el sábado que "las negociaciones entraron en una fase muy difícil".
"Los negociadores iraníes insisten en los derechos de nuestro país y no estamos dispuestos a aceptar un acuerdo que perjudique los derechos e intereses de Irán", advirtió.
"Cerraremos un acuerdo, los seis países en cuestión, sólo si pensamos que es un acuerdo verdaderamente útil que trata de los problemas que supone el programa nuclear iraní", dijo por su parte a su llagada el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, William Hague.
Refiriéndose al historial de esta confrontación desde hace más de 10 años entre Irán y la comunidad internacional, el diplomático británico recordó: "nos acordamos de la historia, hasta qué punto este programa se ha escondido y ha desafiado los acuerdos internacionales".
Las negociaciones se basan en un texto del 9 de noviembre, redactado durante la anterior ronda de negociaciones.
El proyecto de "acuerdo temporal" de seis meses, que según una fuente occidental sería renovable, prevé que Irán limite su programa nuclear a cambio de suavizar las sanciones internacionales en su contra.
Los iraníes consideran como un "derecho" poder enriquecer uranio, pero los occidentales sospechan que Teherán quiere fabricar la bomba atómica.
Después de haber llevada a cabo una agresiva campaña pública contra este acuerdo durante la previa ronda de negociaciones a principios de noviembre, Israel prefirió esta vez ser más discreto y encargó a su ministro de Inteligencia, Yuval Steinitz, hablar directamente con algunos negociadores, afirmó el sábado el diario Haaretz, citando a un alto responsable anónimo.
Steinitz, enviado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantuvo una conversación telefónica con dos ministros presentes en Ginebra, afirmó esta fuente.