
Al menos 31 personas, entre ellas 23 soldados iraquíes, han resultado heridas en dos atentados con bomba ejecutados contra las fuerzas de seguridad en la localidad de Mosul.
El primer atentado ha dejado 20 heridos tras la explosión de un coche bomba frente a la sede de un batallón militar en el este de la localidad, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
Poco después, otros once soldados han resultado heridos a causa de la explosión de una mina en el sur de la ciudad al paso de su patrulla.
Por otra parte, dos personas han muerto y otras 15 han resultado heridas a causa de la explosión de un coche bomba en la capital, Bagdad. En base a las primeras informaciones, el vehículo estaba aparcado junto a una comisaría.
Cerca de 2.000 personas han muerto desde abril cuando comenzó una ola de atentados con bomba y ataques contra mezquitas y barrios chiíes y suníes en Bagdad y otras ciudades del país.
Los responsables de seguridad han responsabilizado a la rama iraquí de la organización terrorista Al Qaeda y a otros grupos insurgentes suníes de la mayoría de los ataques, que consideran que buscan provocar una guerra sectaria entre la minoría chií del país y la mayoría suní.
Las autoridades iraquíes han aumentado sus operaciones contra Al Qaeda en las últimas semanas para hacer frente a la intensificación de los ataques. El martes, las fuerzas de seguridad detuvieron a 15 presuntos miembros de la organización terrorista en la provincia de Diyala.
La semana pasada, las fuerzas de seguridad capturaron a los miembros de una supuesta célula de Al Qaeda que pretendía producir venenos químicos, como el gas mostaza, para perpetrar ataques en Irak y para exportar a fin de llevar a cabo atentados en Europa y Estados Unidos.
En los últimos meses, el Gobierno iraquí ha visto con creciente preocupación la expansión del conflicto en Siria a través de la frontera con varios enfrentamientos armados, así como el refuerzo del Estado Islámico de Irak, la rama de Al Qaeda en el país.