Oriente Medio

Tras el crimen de un líder tribal suní en Bagdad, Muqtada al Sadr desmantela dos milicias chiíes

Clérigo chií, Muqtada al Sadr. Foto: Reuters/Archivo

El influyente clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr ha desmantelado este martes dos milicias tras el asesinato de un destacado líder tribal suní, que ha derivado en un incremento de las tensiones sectarias en el país.

"Lo que ha pasado demuestra que Irak no sufre sólo a causa de las fuerzas extranjeras, sino a causa también de las milicias. Ambos están minando al Gobierno y suponen una amenaza a nivel de seguridad para el país", ha valorado.

Las milicias afectadas son Yum al Mauad y Saraia Salami, que hasta ahora habían combatido al grupo extremista Estado Islámico del lado de las fuerzas de seguridad iraquíes, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.

Por otra parte, Al Sadr ha solicitado paciencia mientras se investiga el asesinato del jeque Qasim al Yanabi y ocho personas que le acompañaban en la capital, Bagdad, en referencia a la amenaza de varios políticos suníes de abandonar el Parlamento.

Al Sadr, cuyas milicias tuvieron en jaque al Ejército estadounidense durante las fases más cruentas de la guerra de Irak, anunció en febrero de 2014 su retirada de la política y su completa desvinculación con el bloque parlamentario que hasta ahora representaba a sus seguidores.

Al Sadr es el líder 'de facto' de la Ciudad de Sadr en Bagdad y está al frente del Ejército del Mahdi, brazo armado del Bloque Sadr. Es, junto a Alí al Sistani y Ammar al Hakim, una de las figuras religiosas y políticas más influyentes del país sin ocupar ningún cargo gubernamental.

El clérigo consiguió popularidad tras la caída del Gobierno del expresidente Sadam Hussein tras la invasión de 2003, cuando abogó por la creación de una "democrática islámica".

El Ejército del Mahdi, que adquirió especial prominencia durante la primavera de 2004, uno de las fases álgidas de la guerra, que dejó más de 2.000 muertos, entre guerrilleros y soldados estadounidenses.

El clérigo terminó dictando en 2007 un alto el fuego provisional que culminó en el desarme de la mayoría de sus milicianos y el inicio de su entrada definitiva en la política iraquí conforme Estados Unidos ratificaba sus intenciones de retirar a sus tropas del país.

Por su parte, el Bloque Sadr estableció sus propios tribunales religiosos, ha puesto en marcha servicios sociales, y ha abierto cárceles en las zonas bajo su control.

La base de su apoyo son los integrantes de la comunidad chií más desfavorecidos, si bien cuenta con un importante respaldo entre la comunidad suní por su imagen como resistente a la ocupación extranjera.

La familia de Al Sadr es una de las más poderosas del país, y es el cuarto hijo del fallecido gran ayatolá Mohamed Sadeq al Sadr --ejecutado durante el régimen de Hussein--, uno de los clérigos más respetados de Irak.

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