
Al menos catorce personas han fallecido y otras 50 han resultado heridas este lunes a causa de un bombardeo ejecutado por la milicia opositora Jund al Aqsa contra la localidad siria de Idleb, según ha informado la cadena de televisión estatal siria.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres y una amplia red de informantes en el país árabe, ha elevado el número de fallecidos a 15 y ha afirmado que Jund al Aqsa ha amenazado con atacar las zonas controladas por el Gobierno en la ciudad, por lo que ha pedido "a los musulmanes que se alejen de las zonas en las que están las fuerzas del régimen".
Desde el inicio de la ofensiva militar para aplastar las manifestaciones prodemocráticas que se iniciaron en marzo de 2011 en el país, alrededor de 150.000 personas han muerto, si bien organizaciones como el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos sitúan la cifra por encima de los 160.000 fallecidos.
De acuerdo con los datos publicados por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), actualmente hay 2.893.177 sirios registrados como refugiados en los países vecinos, de los cuales más de un 1,1 millones se encuentran en Líbano, donde se teme que para finales de año haya 1,6 millones de sirios.
El conflicto ha dejado, además de los muertos, más de 600.000 heridos, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha lamentado que los combates han hecho que el otrora "excelente sistema sanitario" del país prácticamente haya desaparecido en algunas zonas.
La semana pasada, la secretaria general adjunta para asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Valerie Amos, elevó a 10,8 millones el número de personas que necesitan acceso a la ayuda humanitaria en Siria, lo que supone un incremento de 1,5 millones respecto a la cifra dada por el organismo internacional hace seis meses. Así, más del 40 por ciento de los habitantes de Siria se han visto obligados a salir del país o a abandonar sus hogares durante estos tres años de conflicto.
Además, el pasado mes de octubre se detectó por primera vez desde 1999 el primer caso de polio en el país. Esto ha obligado a lanzar una campaña de inmunización entre los menores de cinco años tanto en Siria como en los países vecinos.
La guerra civil ha provocado una grave crisis humanitaria tanto dentro de Siria como en los países vecinos, en especial en Líbano y Jordania, donde los refugiados representan ya en torno al 20 por ciento y el 10 por ciento de su población.