
Más de dos años después de la liberación de Trípoli por las tropas rebeldes, siguen saliendo a la luz nuevas historias sobre la persona que, hasta agosto de 2011 era el dueño y señor de Libia, Muamar Gadafi. La última de ellas pone el acento en las desmedidas prácticas sexuales del dictador y sus seguidores más cercanos.
Según una investigación de la BBC4 británica, Gadafi contaba con diferentes habitaciones secretas en las que daba rienda suelta a sus fantasías. Para ello, se raptaba en escuelas y universidades a adolescentes de toda condición que de facto se convertían en esclavas sexuales sometidas a todo tipo de violaciones. La investigación demuestra que miles de adolescentes pudieron ser violadas en los 42 años del régimen de Gadafi.
Tras ser raptadas, las adolescentes eran encerradas en unas habitaciones especiales a las que Gadafi y sus seguidores acudían cuando querían para acostarse con ellas y que contaban con salas ginecológicas anexas en las que previamente se comprobaba si tenían enfermedades de transmisión sexual y en las que se llegaba a realizar abortos cuando era necesario. También en estas habitaciones se obligaba a las chicas secuestradas a ver porno para "educarse" en la materia.
La forma de actuar
Gadafi y sus acólitos actuaban siempre de la misma forma: el dictador invitaba a la adolescentes a una conferencia a alguno de sus palacios, pretexto que le valía para evaluarlas y elegir a la que le gustaba. Tras esto, sus guardaespaldas eran los que procedían a su secuestro.
Una vez comprobado que no tenían ningún tipo de enfermedad, las muchachas quedaban encerradas en las habitaciones. Gadafi era siempre el primero en violarlas, y después se las dejaba al resto de sus colaboradores. Un 'modus operandi' que deja traslucir la extrema crueldad e impunidad con la que Gadafi hizo de miles de jóvenes su harén personal.