
El ministro del Interior de Turquía, Muammer Guler, ha mostrado su disposición a presentar su dimisión al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, al tiempo que ha rechazado los cargos de corrupción presentados contra él.
Guler, cuyo hijo está entre los detenidos en el marco de una operación a gran escala contra la corrupción en la que también han sido detenidos los hijos de otros dos ministros, ha subrayado que comunicó a Erdogan su disposición a dimitir el 17 de diciembre, el día después del arresto de su hijo.
"Creo que esta operación algo muy feo bajo la cobertura de corrupción. Lo más importante es que la misma se ha convertido en una campaña de difamación que continúa a través de la manipulación de algunos medios de comunicación", ha agregado.
Así, ha indicado que se han agregado extractos a las grabaciones telefónicas publicadas sobre sus conversaciones, que han sido filtradas a la prensa, así como documentos falsos destinados a implicarle en el caso, según ha informado el diario turco 'Today's Zaman'.
Guler ha manifestado además que durante la operación se han producido violaciones de la ley, si bien ha recalcado que está dispuesto a ser investigado. "Es imposible que acepte estos cargos. La verdad se revelará al final", ha puntualizado.
Por su parte, el portavoz del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP), Huseyn Çelik, ha detallado que todos los ministros cuyos nombres se han visto involucrados en la investigación han presentado su dimisión a Erdogan.
El líder del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kiliçdaroglu, ha pedido la dimisión de los cuatro ministros presuntamente involucrados. Así, ha indicado que lo que se espera de dichos ministros es que digan: "Estamos limpios, nuestros hijos también. No hemos participado en negocios sucios. Dimitimos para salvar al primer ministro de la presión pública".