Al menos doce personas, entre ellas un importante líder chií miembro de la organización Majlis-i-Wahdat-i-Muslimin (MWM), han fallecido ayer en una nueva jornada de violencia sectaria en la localidad paquistaní de Karachi (sur).
El vicesecretario general del MWM Allama Didar Alí Jalbani y su guardaespaldas han sido asesinado a tiros cerca de la Universidad NER, según ha informado la cadena de televisión paquistaní Geo TV.
Asimismo, otras cuatro personas han muerto tiroteadas en el área de Saji Hassan después de que hombres armados abrieran fuego contra el vehículo en el que viajaban. Entre los muertos hay un responsable de la recogida de fondos en favor de varios grupos prohibidos por las autoridades.
Poco después, al menos tres personas, entre ellas dos de nacionalidad marroquí, fueron tiroteadas en el área de Nazimabad Norte. En base a las primeras informaciones, todos ellos eran miembros de la organización Tabligui Jamaat. Otras tres personas han sido asesinadas a tiros en otros puntos de la ciudad.
Karachi, ciudad de más de 18 millones de habitantes y capital económica de Pakistán, tiene un largo historial de violencia étnica, religiosa, política y sectaria.
En agosto, el presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, resaltó que el actual Gobierno da prioridad absoluta a alcanzar la paz y la seguridad en la ciudad, al tiempo que destacó que la misma es "esencial" para la prosperidad y el desarrollo.
"Un Karachi próspero significa un Pakistán próspero. Si no cuidamos la economía de la ciudad no podemos pensar en una mejor economía y en el desarrollo del país", dijo, según informó la agencia estatal de noticias paquistaní, APP.
Apenas una semana después, el Gobierno anunció su decisión de crear una fuerza antiterrorista integrada en la Policía para hacer frente a los grupos insurgentes que operan en Karachi. El organismo contará con alrededor de 5.000 agentes y 2.000 subinspectores y tendrá una célula operativa en cada barrio de la localidad.