
El vicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Masud Jazayeri, ha advertido este domingo a Estados Unidos de que si cruza la "línea roja" e interviene militarmente en Siria, su acción acarrearía "graves consecuencias".
"Estados Unidos sabe la limitación de la línea roja en el frente sirio y, si la cruza, habría graves consecuencias para la Casa Blanca", ha subrayado Jazayeri, según la agencia de noticias iraní Fars.
Las palabras del alto mando militar llegan después de que el presidente norteamericano, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, mantuviesen una conversación telefónica en la que han acordado examinar "todas las opciones" tras el supuesto ataque químico del miércoles en la región de Damasco. El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ha asegurado que su Gobierno está preparado para ejercer "cualquier opción" militar ordenada por Obama.
Irán asegura que Siria cooperará con la ONU
El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, ha indicado este domingo que su Gobierno mantiene un "estrecho contacto" con el sirio y que, dentro de las conversaciones de los últimos días, el régimen de Bashar al Assad les ha asegurado que "nunca" ha usado armas químicas y que ofrecerá "plena cooperación" a la ONU para aclarar lo ocurrido.
Zarif ha asegurado que Siria está dispuesta a colaborar con la ONU en la investigación sobre el uso de armas químicas e incluso a abrir las puertas a sus expertos para que inspeccionen las áreas supuestamente afectadas.
En una conversación telefónica con su colega italiana, Emma Bonino, Zarif insistió en defender la inocencia del régimen de Bachar al Asad, con el que la República Islámica mantiene una alianza estratégica desde la pasada década de los ochenta.
Zarif insistió, no obstante, en sostener la tesis del gobierno sirio, que acusa a los rebeldes de utilizar agentes tóxicos en su lucha.
"La comunidad internacional debe reaccionar de forma seria al uso de armas químicas por parte de grupos terroristas en Siria y condenar su utilización", insistió el ministro, citado en la página web de la televisión oficial en inglés PressTV.
Los rebeldes sirios denunciaron el pasado miércoles un ataque con armas químicas en el sur de Damasco, del que acusaron al régimen y en el que según sus cálculos perdieron la vida más de un millar de personas.
Además, divulgó una serie de imágenes en las que se podían observar filas de cuerpos muchos inertes, numerosos de mujeres y niños, sin rastro de sangre y con las pupilas dilatadas, síntomas que se asocian a la muerte por gases tóxicos.
El viernes, la televisión estatal siria admitió que sus soldados detectaron este tipo de gases en túneles de la zona pero responsabilizaron de ello a los rebeldes, que volvieron a negar su implicación y advirtieron sobre una supuesta campaña de propaganda orquestada por el régimen.