
Hasta 28 personas víctomas mortales en la localidad libanesa de Trípoli, próxima a la frontera con Siria, en la última semana, después de que cuatro personas fallecieran por los disparos de francotiradores, en una nueva jornada más de choques entre detractores y partidarios del presidente sirio, Bashar al Assad.
Al menos 17 personas han resultado heridas este sábado fruto de los enfrentamientos, entre ellos cinco civiles y dos soldados en los disturbios registrados ayer.
Los otros diez restantes han resultado heridos al estallar un proyectil en la calle Siria, según ha informado la agencia estatal de noticias libanesa, NNA.
Los combatientes recurrieron a fuego de mortero y proyectiles en los disturbios originados en la madrugada del sábado y que fueron seguidos por intercambios de disparos esporádicos a lo largo del sábado en los barrios de Bab al Tabbaneh, Al Mankoubine, Zahrieh, Al Rifa y Al Bakkar.
Los enfrentamientos se han extendido por la ciudad, en los que varias personas han resultado heridas, entre ellas una niña; y no han cesado al caer la noche, cuando se ha registrado una explosión, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.
EXIGENCIA DE LAS MILICIAS
El fiscal general del norte de Líbano, Omar Hamzeh, ha reclamado a las autoridades que entreguen las grabaciones que atestiguan que el líder del Partido Árabe Democrático, Rifaat Eid, amenazaba a los residentes de Trípoli.
El arresto de Eid es la condición previa establecida por las milicias locales, que rechazan el despliegue del Ejército, para poner fin a la violencia callejera.
Desde finales del año pasado la guerra civil en Siria se ha contagiado a las poblaciones fronterizas de Líbano, donde se han escenificado fuertes combates entre milicias rivales y afines al Gobierno sirio.
Las autoridades libanesas temen que se cree el caldo de cultivo necesario para que se expanda a otras zonas del país y mine la ya de por sí delicada estabilidad política del país.