En los últimos tres días, 22 militantes kurdos fueron asesinados durante los enfrentamientos en el este de Turquía, lo que se añade a la preocupación de Ankara por las victorias de los grupos kurdos en la vecina Siria.
La lucha, que ha incluido bombardeos con helicópteros y aviones de guerra, continuó en las afueras de la ciudad de Semdinli. Dos soldados turcos fueron asesinados y otros diez resultaron heridos el sábado durante los combates que comenzaron en la provincia de Hakkari, cerca de la frontera de Turquía con Irak e Irán.
Esta provincia es escena de recurrentes combates entre las fuerzas turcas y el partido kurdo de los trabajadores (PKK), que ha luchado por el separatismo del sur desde 1984 y que está calificado como un grupo terrorista por los Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía.
Los opositores sirios han expresado que las fuerzas del presidente Bashar al-Assad irrumpieron en áreas del oeste de la frontera entre Siria y Turquía, ahora controladas por miembros del PKK aliadas al grupo kurdo sirio.
El colapso de la presencia del estado de seguridad de Siria en una región poblada en gran parte por los kurdos turcos ha despertado inquietudes sobre la posibilidad de que el sentimiento separatista se reavive en sus fronteras. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan ha manifestado que Turquía puede irrumpir en Siria ante cualquier ataque procedente de ese país.
Obama y Erdogan sobre Siria