
Al menos trece personas, entre civiles, combatientes rebeldes y soldados del régimen, han muerto este jueves en enfrentamientos en distintos puntos del país, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Por su parte, la agencia estatal de noticias, SANA, ha denunciado la muerte de dos coroneles del Ejército a manos de "terroristas" en Aleppo.
Según los datos del Observatorio (con sede en Londres), dos soldados murieron durante una emboscada contra un convoy del Ejército en la provincia de Hama, en el norte. En la provincia de Idlib, tres personas murieron durante una redada de los militares en una zona rural situada al este de la localidad de Maarat al Nuaman.
Tres personas murieron por disparos del Ejército en la ciudad de Homs, otras dos perdieron la vida después de que los soldados abrieran fuego en varias aldeas próximas a la frontera con Líbano y otras tres personas perecieron en el curso de enfrentamientos armados en áreas rurales de la provincia de Hama, en el norte, añadió el Observatorio.
Por su parte, SANA aseguró que dos coroneles, Abdul Karim al Rai y Fuad Shaaban, murieron en la mañana del jueves por los disparos de "cuatro terroristas" mientras se dirigían a su trabajo en Aleppo, en el noroeste, segunda ciudad en importancia de Siria. Asimismo, denunció que unos hombres armados han secuestrado al general de la fuerza aérea Mohammad Amr al Darbas mientras se dirigía a su puesto en la provincia de Damasco.
LIGA ÁRABE
Entretanto, los líderes de la Liga Árabe reunidos en Bagdad han instado al presidente de Siria, Bashar al Assad, a aplicar cuanto antes el plan de paz del enviado especial de Naciones Unidas y de la propia Liga, Kofi Annan, que fue aceptado esta semana por el propio régimen de Damasco. "La solución para la crisis sigue en manos de los sirios, tanto el Gobierno como la oposición", declaró el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby.
Los dirigentes reunidos en Bagdad han expresado su apoyo al plan de seis puntos de Annan, en el que se pide un alto el fuego y el inicio de conversaciones de paz, pero siguen profundamente divididos sobre cómo se debe afrontar la violencia que vive el país. Siria también ha aceptado el plan de Annan, pero ha rechazado algunas de las iniciativas de la cumbre de la Liga Árabe y ha advertido de que solo tratará con los Estados árabes uno por uno.
Inicialmente, los Estados árabes habían pedido la renuncia de Al Assad como primer paso para iniciar las conversaciones, pero aparentemente se han echado atrás en este punto. Países como Arabia Saudí y Qatar se proponen aislar al régimen de Damasco y han llegado a defender la entrega de armas a la oposición siria, pero otros países árabes, como Argelia e Irak, han abogado por la prudencia y han advertido de la posible deriva religiosa de la violencia.
La propuesta de Annan aboga también por la retirada del armamento pesado y de las tropas de los centros de población, por la adopción de medidas para facilitar la asistencia humanitaria, por la liberación de los prisioneros y por el libre acceso a los periodistas, pero no hace mención a ninguna posible renuncia de Al Assad.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha pedido este jueves a Bashar al Assad que su aceptación del plan de paz de Kofi Annan se traduzca en "hechos", a fin de evitar que el país caiga en una "deriva peligrosa" con riesgos para toda la región de Oriente Próximo.
"Es esencial que el presidente Al Assad cumpla estos compromisos con efecto inmediato", declaró Ban Ki Moon durante su intervención ante la cumbre de la Liga Árabe. "El mundo está esperando que los compromisos se traduzcan en hechos", aseveró. "La clave en estos momentos es su aplicación, no hay tiempo que perder", manifestó.