Opinión

¿Para quién gobernar tras las elecciones catalanas?

  • La tentación independentista es demasiado fuerte para ERC
  • El 14-F vuelve a confirmar que Cataluña está dividida en dos ejes

J. R. Pin Arboledas

Después del 14-F se clarifican algunas cosas y oscurecen otras. Los resultados dicen que Cataluña sigue dividida en dos ejes: constitucionalistas versus independentistas y derecha versus izquierda.

Se ha oscurecido lo que significa izquierda ¿Es izquierda la insolidaridad territorial de la CUP? ¿Es derecha la radicalidad de Junts per Cat (JpC)? La CUP está dispuesta a apoyarse en lo que ellos llaman "burguesía insolidaria" y JpC con lo más anti-sistema del arco parlamentario. Es como juntar el agua y el aceite y esperar que salga algo homogéneo. La argamasa sería ERC. Difícil.

Por otra parte, las siguientes semanas clarificarán que "ganar" no significa necesariamente "gobernar". En la "pilota valenciana", que se juega en un trinquete por parejas, dicen: "Las partidas se ganan cuando se arreglan"; se arreglan cuando se decide qué pareja va a jugar contra otra. En ese momento los que apuestan en el trinquete casi tienen claro a quién apostar como ganador, según su récord anterior.

La negativa de cualquiera de los grupos independentistas de pactar un Gobierno con el exministro Salvador Illa complica sus posibilidades de gobernar aun habiendo ganado en votos y escaños.

Había analistas que apostaban por el tripartito PSC/PSOE, ERC, Comunes (UP). Pero la campaña electoral ha dejado a Esquerra en una posición compleja para que no se le fueran votos a la CUP y JpC. Ahora lo tiene complicado: ¿romperá su palabra? Parece que el partido de Junqueras no "arregló" bien la partida. ERC con menos votos hubiera tenido acceso más fácil al Govern que sin su compromiso contra el PSOE.

Pero ¿para quién va a gobernar el próximo Govern de la Generalitat? ¿Sólo para una parte ideológica de los población o para todos los catalanes? Se llega al poder con los votos partidarios, y se debe gobernar teniendo en cuenta los intereses comunes de los ciudadanos. Por eso, la democracia es la conjunción armónica de elección y legalidad, de votos y leyes.

Con una abstención de más del 45% del electorado si se gobierna con un apoyo electoral de más o menos el 50%, en realidad se representa genuinamente algo más del 25% del censo electoral.

Por eso, si siempre un gobernante sensato debe tener amplitud de miras, en esta situación es más importante gobernar para todos. Un difícil equilibrio: responder a sus electores y, a la vez, liderarlos para que entiendan que hay que respetar los derechos legítimos de las demás minorías (todos los grupos del Parlament son minorías, aunque tengan mayoría).

En todo caso, imponer una línea de acción sin diálogo es buscar la exclusión de los contrarios, cuando no un intento de sacarlos de la política, algo poco democrático.

Por otra parte, la conjunción de la pandemia con los problemas económicos propios de Cataluña también debe influir en la línea política del nuevo Govern. En los últimos diez años Cataluña ha disminuido en capacidad de atraer inversiones y muchas de sus empresas han abandonado su territorio. Sólo con una apuesta por el bien común se pacificaría el panorama político y, con ello, se bajaría la incertidumbre económica que no necesita Cataluña y así poder despegar su economía.

Pero los números son los números y dicen qué grupos pueden construir alternativas de Govern y cuales pueden ayudar desde fuera a esas alternativas. El análisis dice que:

A) Es posible un Ejecutivo tanto de bloque independentista, como en otra combinación de izquierdas. ERC y el PSOE podrían tener la Presidencia o no.

B) La tentación independentista es muy fuerte para que ERC se resista a formar parte de ella ¿Lo hará?

C) En caso de que opte por un Govern solamente independentista ¿se repetiría lo de los últimos años? ¿Otra vez el procés más o menos?

D) ¿Debería ERC "sacrificar" su pureza nacionalista y pactar otro Govern? O gobernar sólo en minoría con otros apoyos. Es arriesgado para ERC pero cuatro largos años de legislatura pueden dar muchas sorpresas y el "poder es el poder".

E) Existe la opción de un Ejecutivo de "concertación de amplio espectro". Utopía que sólo los italianos son capaces de vertebrar. Pero Barcelona está a un paso de Roma.

Por último: ¿cómo influirá todo este escenario en el conjunto de la política española?

ERC sigue siendo necesario para el presidente Pedro Sánchez en el Congreso y ahora puede mandar más en Cataluña. Además, en la ecuación también entran Vox con su sorpasso al PP y la caída de Ciudadanos. Los tres deberán reflexionar.