LONDRES (Reuters) - Hace un tiempo parecía que uno de los pocos lugares donde se podía escuchar una ópera de Wagner durante el verano era en el templo levantado a propósito para la representación de sus obras maestras en la localidad alemana de Bayreuth, en el norte de Baviera - si se podía conseguir una entrada.
Pero eso se acabo, porque varias producciones desde Budapest a San Francisco demuestran que las extensísimas óperas de Richard Wagner - "Die Meistersinger von Nurnberg", con un lleno total en Glyndebourne este verano, duró siete horas con descansos - ya no son sólo para las largas noches de invierno.
"Las óperas serias encajan perfectamente con el tipo de experiencia que se vivió aquí en Glyndebourne, como un día de inmersión en la música en un hermoso jardín", dijo el director general David Pickard, aliviado y emocionado de que la mayor apuesta en escena del festival del sur de Inglaterra fuera un éxito.
Es posible pasar la mayor parte de este verano inmerso en el mundo exuberante, romántico del compositor del siglo XIX que extendió los límites de la música y la ópera y dejó un legado de arrogancia y antisemitismo que marcó con la polémica a sus obras hasta el día de hoy.
En Budapest se representará lo que la dirección del Palacio de las Artes (MUPA) describe como las obras más humanas del compositor: "Parsifal", "Lohengrin" y "Tristan und Isolde".
"Todas esas piezas hablan sobre los valores humanos", dijo Csaba Kael, director general de la moderna sala de conciertos y complejo de las artes junto al río Danubio.
Bajo la dirección musical de Adam Fischer, que también estuvo en Bayreuth, los espectadores asistirán a una orquesta excelente que acompañara una mezcla de cantantes húngaros e internacionales, muchos de los cuales han actuado en el prestigioso festival alemán.
La mezzo soprano alemana Petra Lang vuelve a interpretar a la Ortrud de "Lohengrin", que la ha cantado con la Royal Opera en el Covent Garden, en el estreno de la nueva producción el 9 de junio.
Pero la emoción especial viene de la acústica muy clara del salón, que permite escuchar cada nota, y Wagner escribió un montón. "La acústica es increíblemente buena y se puede escuchar la música de Wagner como en ningún otro sitio", dijo Kael.
En San Francisco, sube a escena una interpretación de la magna obra wagneriana "El anillo del nibelungo", trasladada al Lejano Oeste y la fiebre del oro, bajo la dirección de Francesca Zambello y con la diva sueca Nina Stemme en el papel de la heroína Brunnhilde.
En la francesa Lyon se podrá ver una interpretación de la mítica leyenda romántica de "Tristán e Isolda" realizada por el grupo español La Fura dels Baus. La interpretación estará a cargo del estadounidense Clifton Forbis en el papel de Tristán, que ha cantado por todo el mundo, y la soprano danesa Ann Petersen como Isolda, la irlandesa que se enamora de la persona equivocada.