Simón Boccanegra cae envenenado y Plácido Domingo se levanta triunfante. Como su personaje, pero vivo en vez de muerto, se ha convertido en la leyenda del pueblo. A un lado, la Génova medieval, enfurecida por el veneno. Al otro, el Madrid de anoche, repleto por el tenor.
Veintitrés minutos y medio de ovación para el tenor Plácido Domingo por su obra 'Simón Boccanegra'. Público y crítica londinense ya habían encumbrado hace una semana al madrileño y ahora, Plácido Domingo, conquista su Madrid natal. La Reina Sofía tampoco escapó a la maestría y al buen hacer del duque que, hace tiempo, ya se convirtió en el Rey de la Ópera, en el rey de los suyos. El rey tenor que sacó la música a la calle, el tenor de las lágrimas, el tenor del amor.
La guinda perfecta para cerrar la temporada
"Simon Boccanegra", con su éxito atronador, pone un broche de oro a la temporada del Real tras pasar por Berlín, Nueva York o Milán, además esta representación supone el adiós de Jesús López Cobos al frente del Teatro, antes de dar el relevo a Gerard Mortier.
A esta representación de "Simon Boccanegra" han acudido además, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el ex alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común Javier Solana.