España fue eliminada anoche del Mundial ante Francia (65-52) en uno de los peores partidos de las historia del combinado nacional de Baloncesto. De hecho, la escasa puntuación lograda por el equipo de los Gasol y compañía es el tanteador más bajo de la selección en un torneo internacional desde 1968. Una debacle en toda regla que supera al famoso 'Angolazo' de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y que deja en la cuerda floja al seleccionador.
Juan Antonio Orenga es, para la mayoría de los críticos y aficionados, el principal artífice de esta caída libre, sin que ello excluya a los jugadores de haber penado anoche sobre el parqué del Palacio de los Deportes.
Valga como prueba de la indignación contra Orgena que el hashgtag #OrengaDimisión se convirtió en la tendencia más importante en 'Twitter' durante la madrugada del miércoles al jueves. Y lo hizo ya no sólo a nivel español, sino global. Esta etiqueta fue 'trending topic mundial' y aún cuando se escribe este artículo permanece en lo más alto de la lista.
Unas críticas que también se manifestaron contra el técnico en el propio pabellón, cuando, tras el duelo, los aficionados aplaudieron a los jugadores, pero cargaron con dureza contra Orenga.
Muchos son los argumentos que se están usando contra el encargado de recoger el testigo de Sergio Scariolo, Aito García Reneses o Pepu Hernández. El primero de todos ellos apunta a su incapacidad para leer las claves del duelo frente a los galos. Hombres como Felipe Reyes o Claver no fueron usados mientras que los titulares en sus posiciones ofrecían un rendimiento paupérrimo. Además, el cuadro español disputó el duelo frente a Francia en un descontrol táctico absoluto que sólo la calidad y empuje de Pau Gasol evitó que acabara en una humillación todavía mayor.
También se apunta en el debe de Orenga factores que han afectado a España durante todo el torneo, como la escasez de rotaciones en duelos intrascendentes como los primeros de la primera fase o el último de aquella ronda contra Serbia. Tampoco es que la preparación de España haya sido especialmente brillante o profesional en los términos en los que se le supone a una aspirante a campeona del mundo. Marc Gasol, por ejemplo, abandonó la concentración por su paternidad la noche antes del encuentro frente a Francia. Su hermano también pasó la noche en Barcelona en una ausencia escondida por la Federación que, aunque no mermó el rendimiento del de Sant-Boi, si que pudo transmitir una imagen de relajación exagerada en el resto de sus compañeros.
El uso de los bases o la posición experimental de alguno de los jugadores España también ha sido objeto de críticas contra un Orenga relativamente novato en estas citas importantes (sólo ha entrenado a Estudiantes como preparador de un equipo profesional senior). Mientras, el propio Orenga mira hacia otro lado en lo que a estas críticas se refiere.
"¿Dimisión? Ahora mismo estoy pensando en el partido y en lo duro que es vivir estos momentos. Soy una persona de la Federación. El año pasado las cosas salieron bien y no hay ningún problema en esta en un sitio o en otro. Hemos intentando un éxito que no hemos podido alcanzar y por el que seguiremos peleando", insistió en sala de prensa.
Ya sólo queda sabe si mantendrá su posición ante esta lluvia de críticas o si será la Federación Española de Baloncesto (FEB) la que tomará por él la decisión echando a la calle al que ya por siempre quedará en la historia como el preparador que entrenó a España en una de sus mayores debacles de la historia.
Debacle histórica