España

Diego Costa o el fichaje más frustrante de la selección española

Diego Costa falló varios mano a mano contra Bravo | EFE

Las selecciones de fútbol no hacen fichajes. Convocan jugadores. Pero España, este año , ha hecho una suerte de excepción. La llegada de Diego Costa al combinado nacional después de haber vestido la camiseta de Brasil (en un amistoso, sí, pero la lució) es lo más parecido a un fichaje en un equipo de estas características.

La suya fue una incorporación controvertida que provocó una suerte de conflicto diplomático-deportivo con el país anfitrión del Mundial y también con algunos de los candidatos a hacerse con el puesto de delantero centro de 'La Roja'.

Pero, pese a todo esta presión, los dos principales protagonistas de su llegada a la 'Roja' decidieron seguir adelante. Del Bosque y el propio Diego Costa se empecinaron en verle con la estrella de campeones en el torneo del que ahora se acaban de despedir.

Una salida que se ha producido por un buen puñado de circunstancias y entre las que encontramos precisamente el bajísimo rendimiento del ariete de Lagarto, una de las mayores decepciones de España en este torneo ya para siempre aciago.

Porque el ariete del Atlético de Madrid, futurible del Chelsea, sólo brilló en una acción, cuando, ante Holanda, provocó el penalti (dudoso penalti) que ha dado a España el único gol anotado hasta la fecha. Más allá de eso, naufragio total absoluto.

Frente a Chile, Costa tuvo un puñado de oportunidades para ver puerta. Hasta en tres ocasiones llegó a plantarse con opciones tiro delante de Claudio Bravo. Sólo en una (una chilena que no supo meter sólo ante la portería Busquets) estuvo acertado. En el resto el hispano-brasileño se mostró torpón y lento, incapaz de engatillar balones que se enredaban en sus piernas sin que consiguiera conducirlos hacia la portería contraria.

Decía Kiko Narváez a principios de temporada que esa faceta, la del tiro a puerta, era una de las que tendría que mejorar. Y es que el 19 de la Roja nunca ha sido un hombre que haya sacado remates limpios en sus goles. Sus remates han sido, en muchas ocasiones, imperfectos, al estilo Salinas. Sin embargo, y pese a ello, su olfato y colocación le hacían ver puerta con facilidad. Hasta ahora.

Con España ha sido todo lo contrario. Quizá haya sido su estado físico (llegó lesionado al Mundial) o la presión externa. Quizá que no es un delantero para jugar en una escuadra acostumbrada a tener la pelota y no a contragolpear como el Atlético de Madrid.

Sea por lo que sea, lo cierto es que Diego Costa se marchó ayer del histórico Maracana con la sensación de que haya sido un fichaje frustrado para la Roja. Veremos sin el futuro Del Bosque (o quien le sustituya) insiste en llevarle a la Selección o si apuesta por los ausentes y los chavales que están apretando desde las categorías inferiores.

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