
La selección española cayó anoche ante Chile en una derrota que elimina a los todavía vigentes campeones del mundo del Mundial de Brasil. Una dura caída (casi humillante se podría decir) que deja en el aire el futuro de Vicente del Bosque como seleccionador español. El técnico que ha dado a 'La Roja' una Eurocopa y un campeonato del mundo tiene dudas sobre si continuar o no al frente del combinado nacional.
Aunque el preparador salmantino renovó el pasado mes de noviembre en el cargo, lo cierto es que él mismo dejó claro por activa y por pasiva que no era del tipo de personas que le gusta aferrarse al cargo.
Dicho de otra forma, si España caía en la primera fase (como así ha sido) y caía de manera estrepitosa (como así ha sido), existía una opción más que abierta de que Del Bosque de dimitir para que fuera otro entrenador el encargado de dirigir la transición a una nueva época.
Sin embargo, y pese a ese planteamiento inicial, Del Bosque quiere darse un tiempo para reflexionar. Lo confirmó él mismo nada más acabar el partido contra Chile. "No es bueno hablar en caliente. Tendremos tiempo para valorar todas las opciones y puntos de vista", comentó en sala de prensa y en la zona mixta.
¿Qué significa esto? En primer lugar, que Del Bosque no decidirá nada, o al menos no hará pública una hipotética decisión futura, hasta que no acabe el Mundial para España, esto es, el próximo lunes tras el encuentro frente a Australia.
A partir de ahí, empezará una suerte de ronda de contactos para ver cuál es el pálpito, en primer lugar, de su familia, pilar indispensable de su carrera y primer punto de referencia para un preparador que, por ejemplo, rechazó este invierno una oferta millonaria del Manchester United por no querer someter a los suyos a la presión de semejante nueva aventura.
Del Bosque también consultará a la Federación Española de Fútbol (RFEF) cuáles son las opiniones de sus directivos al respecto de su continuidad. Un contacto que probablemente vaya con la renuncia por delante. Si Vicente percibe que el 'feeling' de la RFEF hacia él no es bueno, seguramente sea una renuncia irrevocable. En caso contrario, será un mero gesto formal que pondrá en manos de la RFEF su futuro.
Será entonces Ángel María Villar, presidente de la RFEF, y el resto de responsables técnicos del organismo los que decidan qué sucederá. Si aceptan o no esa renuncia o no.
La postura inicial de la RFEF es la de seguir apostando por Del Bosque. Nada hace prever que cambie esta postura, así que la pelota volverá al tejado del entrenador. Será, en todo caso, él mismo el que decida si continuará o no. Un paso atrás que, de tomarse, se hará a la mayor brevedad posible para que el futurible nuevo seleccionador coja las riendas del equipo cuanto antes mejor y, así empiece a preparar la importante clasificación para la Eurocopa de 2016 en Francia.