Jimmy Jump, el catalán que se ha hecho famoso por irrumpir en eventos deportivos como un espontáneo, saltó hoy al Soccer City de Johannesburgo, escenario de la final del Mundial de Sudáfrica entre Holanda y España, minutos antes de que los equipos saltaran al campo para escuchar los himnos nacionales.
Ataviado con su habitual barretina, el saltador recorrió buena parte del terreno de juego y llegó hasta el lugar en el que se encontraba la Copa del Mundo destinada al ganador.
Una vez allí se resbaló antes de tocarla y fue reducido por los miembros del equipo de seguridad y extraído del campo.