Iker Casillas ha vuelto al primer plano deportivo de la Selección Española. Tras su exhibición ante Paraguay, este "Dios" para sus compañeros había acumulado hasta entonces más titulares por su relación con Sara Carbonero, que por sus paradas sobre el terreno de juego. Quizá porque por fin recupera sensaciones, el arquero ha hablado del vínculo entre su trabajo y su relación con la periodista: "Sabíamos a qué veníamos y cómo debíamos actuar. No me entra la risa cuando me entrevista".
No es que a Iker le guste demasiado contestar a preguntas sobre su pareja, pero, puestos a responder, lo hace con el brazalete de capitán de 'La Roja' puesto. Responsable, serio y analítico. Ni una pizca de humor, frivolidad o morbo. Despeja balones a su estilo, con eficacia y sin dejar espacio a cualquier duda.
Por eso, ante las insistentes cuestiones de José Ramón de la Morena en la Cadena SER, Iker decidió coger el toro por los cuernos a golpe de sentido común.
"Cuando las personas somos maduras, hay que diferenciar una cosa de la otra. Sabíamos [lo dice por él y por Sara Carbonero] a qué veníamos y cómo debíamos actuar. Yo sé separar mi vida privada de mi vida profesional. Nadie puede decir ninguna sandez sobre lo que haya visto aquí. No ha pasado nada. Entiendo que puede causar morbo, pero me parece un morbo estúpido", afirma
"¿No te entra la risa cuando te entrevista? A mí me daría", le preguntó su interlocutor. "No para nada", respondió lacónico.
Pese a su sobriedad, Iker no dejó pasar la entrevista para lanzar un mensaje directo a aquellos que puedan utilizar o manipular su noviazgo para achacarle un bajo rendimiento deportivo, tal y como hizo 'The Times' tras la primera derrota ante Suiza.
"Eso lo califico como algo ventajista y aprovechado. No es el momento ni el lugar. No lo digo por 'The Times'. A mí 'The Times', personalmente, me da igual. Como dice mi madre: "La gente también tiene que vivir de algo". No lo digo de malas. Lo digo porque todo el mundo tiene que hacer su trabajo. Lo entiendo, lo que pasa es que esa no es mi vida. No es en lo que a mí me gusta verme", afirma.
¿Más distante? "No, más responsable"
Son muchas las voces ajenas a la Selección que consideran que Iker está mucho más serio en esta concentración que cuando juega con el Real Madrid o incluso con respecto a otros torneos disputados con 'La Roja'. Concede menos entrevistas, da menos titulares y parece hasta más distante o arisco.
"Para nada", responde el propio afectado. Los motivos de su nueva personalidad tienen que ver, explica, con el rol que le toca vivir con España en Sudáfrica.
"Era la hora de cambiar. Aquí vengo como capitán de la Selección en un Mundial. No nos olvidemos que en este equipo hay gente importante que ya son capitanes en sus equipos, como Xavi, Puyol, Marchena, etc. Hay que darles a ellos también galones. Todos tienen que contribuir. Lo que he intentado es siempre dar la cara, no esconderme, pero tampoco estar todo el día delante de los focos", argumenta
"No existe el mejor portero del Mundo"
Más allá de lo extradeportivo, sorprende que Iker aceptase con cierto reparo los piropos lanzados por Chilavert (ex-portero de Paraguay) en los que afirmaba que Casillas es el mejor portero del planeta.
"No existe el mejor portero del mundo. Hay rachas, momentos, pero por ahora no existe el mejor portero del Mundo", comentó en un sorprendente cambio de discurso. Preguntado por la misma cuestión hace no mucho tiempo, el madridista solía colocar a Buffon como mejor guardameta del planeta.
Además, Iker lo tiene claro: "Daría el resto de títulos que me quedan por ganar en el Real Madrid por ganar un Mundial". De conseguirlo, muchas son las posibles formas de celebración. "Haría lo que fuera ¿Entre raparme el pelo y casarme? Casarme, sin ninguna duda", afirma entre risas.
Entidades
El partido de su vida