Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado rebaja la ambición del BCE y coloca su techo en el 3,25%

  • Se esperan dos subidas consecutivas de 50 puntos básicos y otra más de 25
  • Los últimos datos macro respaldarían una política menos restrictiva

Sergio Fernández
madrid,

Los mercados y los bancos centrales juegan al tira y afloja pero en lugar de cuerda lo que tratan de ganar es el control de las expectativas. Las subidas de tipos de interés en la eurozona han hecho pensar a los expertos que una recesión en Europa es más que probable. Y se esperan más alzas por parte del Banco Central Europeo (BCE) en este 2023. Sin embargo, el pulso por el relato ha llevado esta semana a ver el tipo de facilidad de depósito en Europa hasta el techo del 3,25%, 25 puntos básicos por debajo de las expectativas del mercado al comienzo del año.

Esto se opone al tono hawkish (más restrictivo) que ha defendido en sus últimas intervenciones el Consejo de Gobierno del BCE hasta la fecha, ya que consideran que la inflación en Europa es más persistente de lo esperado (en particular la subyacente) y que hay motivos para endurecer su política aún más hasta su objetivo del 2%. La lectura que hace el mercado de los últimos datos macroeconómicos publicados, correspondientes al cierre del ejercicio pasado, constatan una evolución de los precios favorables en la eurozona, con el IPC en el 9,2%. Y los índices PMI siguen reflejando una contracción de la actividad, lo que también invita a pensar que los bancos centrales no tienen la necesidad de continuar con sus ajustes restrictivos y facilitar ese aterrizaje suave en Europa con una recesión de carácter leve.

Euforia europea

Este sentimiento se tradujo en euforia en los primeros pasos del año. El Índice ZEW de confianza inversora se situó en positivo por primera vez desde febrero de 2022. O lo que es lo mismo: la renta variable Europea sube en lo que va de año un 6,3%, si se mira el Stoxx 600, en comparación con el 2,3% que sube el S&P 500.

Es decir, el mercado está realizando una lectura positiva del actual entorno del Viejo Continente con la evolución de los precios a la baja (gracias al desplome de los precios de la energía ante los altos inventarios e invierno menos frío de lo esperado) y con una economía que se desacelera pero no sucumbe a una dura recesión. "Es probable que la inflación general siga tendiendo a la baja. No obstante, la inflación subyacente suele ser rígida y de evolución lenta, y probablemente mantendrá la inflación general por encima del objetivo a lo largo de este año", estimó la economista en Federated Hermes Limited, Silvia Dall'Angelo.

Cuando el mercado está apagado, más allá de las propias cotizaciones de las compañías, hay señales de pausa dentro del ámbito de las operaciones corporativas y las salidas a bolsa. Por contra, cuando hay movimiento se vuelven a poner en marcha los tratos, como estamos viendo en las últimas semanas. Ejemplos de ello los hemos tenido estos días. Uno es el caso de Cosentino, empresa del sector de la cerámica que podría salir a cotizar en la que sería la tercera mayor salida a bolsa de los últimos seis años, solo por detrás de Acciona Energía y Gestamp.

La almeriense, propietaria de Silestone, está planteando una OPV que podría estar cercana a los 2.000 millones de euros. Hace pocos meses también vimos un movimiento importante como fue el de la salida a bolsa de Porsche, filial del grupo Volkswagen y la cual ha logrado triplicar las subidas de su sector desde que cotiza en el parqué alemán. El momento de mercado también invita a las grandes operaciones corporativas como hemos visto este mismo viernes con Cellnex. Aunque solo son rumores, desmentidos por los protagonistas, el interés de American Tower indica la confianza en un valor que fue muy castigado el año pasado y que debe tender a seguir recuperando. Al otro lado del Atlántico el último caso fue el de OpenAI, de Microsoft.

Ahora bien, si la economía se envalentona puede contribuir al repunte de los precios. Más aún si la vuelta a la actividad de china contribuye a exportar inflación. "En caso de que el debilitamiento de las condiciones económicas y financieras obligue a los responsables políticos a reestimular la economía, podríamos ver cómo las presiones inflacionistas comienzan a reacelerarse en 2023", señalaron desde Natixis. Una vez más, el BCE puede rebajar las expectativas endureciendo más el tono hasta el punto de mantener los tipos altos por más tiempo o elevar su punto más álgido. Por lo pronto, la subida de 50 puntos básicos en la reunión de febrero está casi descontada dado que varios gobernadores del Banco Central Europeo ya se postularon a favor de la misma. Y tras ella podría llegar otro movimiento idéntico en el siguiente encuentro, según los contratos OIS (Overnight Indixed Swap). Solo detrás de estas dos subidas el BCE rebajaría las alzas (la última sería de 25 puntos básicos) hasta alcanzar ese 3,25% que se prevé como tope en la tasa de depósito.

Por ahora, parece poco probable que el BCE pueda girar hacia un escenario más expansivo, dado que también continuará la reducción del balance de la institución en 2023. Además, miembros del equipo de Lagarde siguen siendo partidarios de aumentar los tipos de interés por encima de lo que descuenta el mercado. Según las últimas declaraciones vertidas en el seno del Consejo de Gobierno del BCE (que incluye al Comité Ejecutivo -con Lagarde y De Guindos al frente- y con los gobernadores de los bancos europeos) hay más voces a favor de un tono restrictivo que a favor de una política expansiva. Y los primeros distan más de la moderación que los segundos de posicionarse como neutrales (véase gráfico).

"La renovada postura agresiva del BCE, unida a las importantes necesidades de financiación de los gobiernos que probablemente se anticipen al primer trimestre, llevó a los inversores a posicionarse en corto en los bonos soberanos de los países de Europa", apuntó el director de inversiones de abrdn, James Athey. El experto basa su explicación a que muchos operadores tuvieron que cerrar sus operaciones en corto ante el optimismo del rally europeo, lo que incentivó aún más a la renta variable a seguir subiendo en estos primeros pasos del año.

Poca consideración al riesgo

Hay euforia en el mercado pero los riesgos de una corrección severa de la bolsa europea se mantiene. El director de inversiones en Generali Investments, Vincent Chaigneau, consideró que los riesgos de una recesión están sesgados a la baja por parte del mercado y que "el crecimiento económico se enfriará aún más". Por ello, considera que no es acertado posicionarse demasiado rápido esperando un giro del BCE. Además, una recesión más severa de lo esperada en Estados Unidos podría provocar un efecto peor en la economía europea de la que el consenso de mercado recogido por Bloomberg estima que sea más probable que suceda que la de Estados Unidos.