
Miles de personas se manifestaban este sábado en Qidong, al norte de Shanghai, contra el vertido de aguas residuales de una papelería en aguas de esa ciudad costera, y se produjeron choques con la policía, presenció un fotógrafo de la AFP.
Los manifestantes estaban congregados en una plaza delante de la sede del Gobierno y en las calles adyacentes. Dos automóviles fueron volcados en el patio del edificio gubernamental, invadido por los manifestantes, comprobó también el fotógrafo.
En todas plantas, los manifestantes se apoderaban de botellas de alcohol y vino, cartones de cigarrillos, artículos recibidos con frecuencia como sobornos en China por los funcionarios, según un testimonio recogido por teléfono.
Algunos de estos artículos estaban exhibidos en el exterior del edificio gubernamental, según una foto publicada por Sina Weibo, el principal servicio chino de microblogs, que tiene más de 250 millones de abonados.
Otras de esas fotos, cuya autenticidad no pudo comprobar inmediatamente la AFP, mostraba un coche policial volcado.
Los manifestantes se movilizaban contra una canalización de evacuación de las aguas residuales de la papelería que termina en el mar, a la altura del puerto de Lusi, uno de los cuatro puertos pesqueros de la ciudad, explicó a la AFP una manifestantes, Qin, que no facilitó su apellido por razones de seguridad.
Los vertidos de esta tubería supondrán 150.000 toneladas diarias de aguas residuales cuando la papelería, que se empezó a construir en 2007, sea plenamente operacional, según habitantes citados el viernes por el diario estatal Global Times.
Los manifestantes eran unos 50.000, según Qin. Un microblog llamado Qidong Longhuisheng mencionó por su parte 100.000 manifestantes.
"Hay gente por todas partes, encima de las paredes, de los coches, en los tejados, en las calles", indicó otro microblog, firmado Jiaojiaotaotailang, que añade que "el aire huele a alcohol y se oyen ruidos de cristales rotos".
Las búsquedas con el nombre de la ciudad de Qidong estaban bloqueadas este sábado en Sina Weibo.
Los manifestantes quieren el cierre definitivo de la papelería -que por ahora lo está de forma provisional-, situada a un centenar de kilómetros de su ciudad, en Nantong.
Los movimientos de protesta se multiplican desde el año pasado en China contra la degradación medioambiental, víctima de tres decenios de industrialización a marchas forzadas.
El Gobierno chino advirtió el viernes de que la seguridad sería reforzada en todo el país ante la inminencia de un importante congreso del Partido Comunista en otoño, en el que una nueva generación de dirigentes chinos llegará al poder.