Medio ambiente

La Costa Brava, refugio mundial del cormorán moñudo

El litoral catalán, y en concreto la Costa Brava, se ha convertido en refugio mundial del cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), una especie animal amenazada.

Según los expertos, esta especie deberá protegerse con nuevas medidas para evitar su extinción, que podría producirse en unos 50 años si no se actúa.

El cormorán moñudo, del que se cuentan unas 40 parejas en todo el litoral gerundense en invierno y unos 700 ejemplares en verano, es un elemento clave en el equilibrio del ecosistema y evita que especies como las medusas proliferen en mayor medida.

Este ave, estrictamente marina, está amenazada y aparecerá como especie vulnerable en el catálogo de la fauna amenazada de Cataluña que saldrá en otoño, igual que está clasificada como en peligro en el "Libro rojo de las aves de España", y de interés especial por la Unión Europea.

Sus principales enemigos son los vertidos de fuel y las capturas accidentales en las artes de pesca de los pescadores de palangre.

El cormorán moñudo ha escogido como lugar donde nidificar, entre invierno y primavera, la costa gerundense, principalmente las Illes Medes, la costa entre el Cap de Begur y Palamós, entre Palamós y Blanes, y el Cap de Creus, donde se han avistado unas 19, 16, 5 y 4 parejas respectivamente.

De todo el Mediterráneo continental, la Costa Brava se convierte en verano en el lugar escogido por el cormorán moñudo y reúne a unos 700 ejemplares de esta especie, principalmente procedentes de las Baleares, donde, según los expertos, las aguas están muy limpias, aunque disponen de menos nutrientes para su alimentación.

Un refugio para cinco especies amenazadas

La Costa Brava les ofrece lo que más les gusta, rocas calcáreas con grietas donde poder nidificar, aguas claras y presencia de abundante posidonia con fauna marina, principalmente peces sin interés comercial, que les servirán de alimento.

Los expertos consideran que la presencia de este ave marina, de la que tan sólo quedan unos 10.000 ejemplares en todo el mundo, es clara muestra del buen estado de la costa gerundense.

Según el biólogo de fauna litoral y marina de la Generalitat Ricard Gutiérrez, "como especie piscícola que es, constituye un indicador de buena de calidad de las aguas, del estado de conservación de la pradera de posidonia submarina y de un buen equilibrio ecológico, por lo que su presencia muestra el buen estado de todo el hábitat que le rodea".

Hasta el momento sus estudiosos han comprobado que todas las zonas donde nidifica son áreas protegidas y que se percibe un notable aumento de parejas.

El litoral mediterráneo de la Península acoge en conjunto la segunda población mundial más importante de cormoranes después de Croacia.

En las costas mediterráneas continentales nidifican unas 60-70 parejas, de las que 40 lo hacen en la Costa Brava.

Los biólogos han comprobado que esta población amenazada ha experimentado un importante proceso de recuperación en los últimos años gracias a los esfuerzos de conservación realizados desde la Generalitat, ya que se ha pasado de 14 parejas en el 2002 a las cuarenta actuales.

Además, como reclamo para ornitólogos y biólogos, el litoral de la Costa Brava es el único del mundo en el que se pueden ver juntos ejemplares de cinco especies amenazadas de extinción: la pardela mediterránea, la pardela balear, la pardela cenicienta, el paíño y el cormorán moñudo.

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