El oso pardo Furaco sigue dando que hablar. En él residen las esperanzas de conocer la fertilidad de Paca y Tola, dos hermanas de la misma raza. Tras un primer contacto el año pasado, se han reencontrado este martes. El primer contacto no ha sido muy positivo, pero las esperanzas siguen existiendo.
El cercado de Santo Adriano (Asturias) ha sido el escenario de un momento esperado desde hace tiempo. Paca y Tola, como se conoce popularmente a las osas, forman parte, desde un punto de vista genético, de una de las tres únicas líneas evolutivas diferentes de oso pardo que existen en Europa.
Sin embargo, su nulo contacto con machos se ha convertido en un problema, hasta el momento, insalvable. Hace un año, en su primer contacto con Furaco, mostraron pavor hacia el oso, y la experiencia se dio por concluida.
Furaco ha vuelto a verse las caras con Paca y Tola, tras el fiasco de hace un año. Y, la verdad, es que tampoco ha salido demasiado bien. Las osas se han percatado de la presencia de un 'extraño,' y tras un ligero tanteo, se han lanzado con violencia a por Furaco, que ha tenido que recular, hasta que no le ha quedado más remedio que lanzarse al agua.
Pero parece que hay un poco de luz en el horizonte, según indica Carlos Zapico, presidente de la Fundación Oso de Asturias (FOA). "Es más lógico que al principio se muestren agresivas frente al macho", pero se espera que en breve