
Barcelona, 9 oct (EFE).- La periodista Anna Punsoda, que ganó el XX Premio Roc Boronat con la novela "Els llits dels altres", protagonizada por una mujer en la treintena que hace memoria de episodios que han marcado su vida, ha explicado hoy que "el humor negro es una forma de sublimar el dolor".
Publicado por Amsterdam, que convoca el galardón junto con la ONCE, "Els llits dels altres" narra mediante capítulos cortos la vida de la protagonista, Claustre, con saltos en el tiempo, frases cortas y un lenguaje directo, en los que aparecen cuestiones como el alcoholismo, la muerte de un padre, las depresiones de una madre, un abuso sexual y trastornos alimentarios vividos en secreto.
Para el editor de Amsterdam, Miquel Adam, la novela admite varias lecturas, pero, sobre todo, es "una novela de redención, en la que Claustre se reafirma ante la vida".
Adam subraya que Punsoda, "una escritora de la que se hablará en el futuro", habla de cosas a las que mira cara a cara, con proeza, quizás escandalosa, pero sin llegar a la complacencia, porque está "narrada con una potente dureza y al mismo tiempo con una ternura hacia la protagonista".
El humor negro y el sarcasmo muy destilado que presenta la obra es, a decir del editor, "marca de la casa", pero para Punsoda es la única forma de soportar ese dolor.
Igualmente, añade la autora, "el sexo que aparece en el texto no se muestra desde un punto de vista erótico festivo, sino que el lector asiste a un sexo problemático, porque expresa la dificultad para querer de la protagonista".
El desencadenante de la obra es un encuentro fortuito entre Claustre y una antigua compañera de escuela y por eso "el texto suena a indignidad, a confesión y tiene una fuerte presencia de la oralidad, algo que hace posible que la protagonista deje volar su memoria".
A Punsoda esta estructura le servía para "explorar un personaje, desmontarlo y volverlo a montar, que fuera vivo y orgánico ante los ojos del lector", pero "más allá de la memoria y de explorar el personaje, también quería explicar los vínculos primarios, la relación madre-hija, que es el estigma, explicar la dificultad de amar".
A juicio de la ganadora del premio, "la novela se puede leer como una historia de redención -en el sentido que es un texto contra el determinismo-; sobre la culpa y el perdón; y también sobre el espacio íntimo, que no debería ser sagrado".
Subraya Punsoda que "Els llits dels altres" está construido en base a "unos capítulos explícitos, que contrastan con el silencio de fondo que subyace en todo el texto, pues hay un abuso del que no se habla, pero que pesa hasta el final y de hecho no se sabe si se resuelve o no".
El lenguaje, remarca, es "escueto, breve, muchas veces reducido a la mínima expresión" por "una voluntad de concisión" deliberada y querida.
Ese estilo reducido a la mínima expresión hace que uno de los referentes literarios de Punsoda sea Agota Kristof, que ha influido en su narrativa al igual que Elizabeth Strout o Vivian Gornick, señala.
El sentimiento de culpa está muy presente en la novela, porque, añade Punsoda, "todo el mundo de los trastornos de alimentación es una forma de purgar los problemas que hay en el entorno familiar en la infancia, y si hay penitencia, hay culpa".
Por esta razón, considera Punsoda, no es casual que Claustre haya crecido en una ciudad de provincias, Lleida, y en un ambiente de educación religiosa.
Ha negado Punsoda el carácter autobiográfico de la novela y ha asegurado que el protagonista se construye de libros, información y de la vida: "Primero me pregunté cómo eran sus relaciones familiares y a partir de aquí dibujé más el personaje".
Punsoda disecciona el alma de una persona para contar que las personas no nacen anoréxicas ni alcohólicas, sino que se convierten en eso, pero pueden "reconstruirse" en esa lucha contra el determinismo.