
Madrid, 25 may (EFE).- A Leila Slimani, autora franco-marroquí, le gusta escribir sobre temas "que molestan", de tal forma que, tras una novela sobre la adición sexual femenina, publicó otra sobre el asesinato de dos niños a manos de su niñera, que obtuvo el Premio Goncourt, donde cuestiona la lucha de clases y el papel de la mujer.
Slimani (Rabat, 1981) ganó el pasado mes de noviembre el Premio Goncourt 2016, el más prestigioso de la lengua francesa, por su segundo libro, "Canción dulce", del que lleva vendidos en Francia 550.000 ejemplares y que ha sido editado en castellano por la editorial Cabaret Voltaire.
De padre marroquí y madre argelina, la escritora y periodista ha presentado hoy en Madrid su novela, que comienza cuando Myriam, madre de dos niños, llega a su casa y encuentra a su hijo, un bebé, muerto y a su hija agonizante.
A partir de este comienzo se irá conociendo la historia en la que Myriam decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido y cómo, tras un minucioso proceso de selección para encontrar niñera, se deciden por Louise.
La niñera conquistará rápidamente el corazón de los niños y se convertirá en una figura imprescindible en el hogar.
Al tratar temas "que molestan", Slimani considera que debe utilizar un estilo literario muy "fluido" para que contraste la apariencia clara del lenguaje con el oscuro de las tramas que relata.
La autora ha destacado que quería atrapar al lector desde el principio y luego convertirlo en una especie de investigador que vaya buscando indicios de las causas por las que la niñera llega a cometer el crimen.
"Buscar en las situaciones cotidianas pequeñas cosas que revelen la locura y descubrir en el día a día más banal cosas extrañas a las que no solemos estar atentos", ha explicado Slimani.
Slimani cree que su novela no es un "thriller" y, en realidad, asegura sentirse orgullosa de que no encaje en ningún género. Según la escritora, sus personajes son universales y muestran la universalidad del dolor, "atenuando la temática de género" .
También cree que sus personajes femeninos rechazan las reglas impuestas y se salen del papel "de buena mujer y buena madre", y por ello se sienten diferentes y están solas.
Confiesa que muchas madres le han dicho que no querían leer su libro por miedo, pero la autora recuerda que se trata de una historia excepcional, como un cuento de hadas.
"Los cuentos de hadas son historias horribles, donde a los niños les comen los ogros o las brujas o son abandonados por sus padres", indica la escritora, que sostiene que "hay que pasar por un relato trágico que haga de catarsis con el miedo". EFE