Un estudio psicológico realizado a Adolf Hitler en 1942 por los servicios de inteligencia británicos ha demostrado que desarrolló un "complejo de mesías". El informe escrito por el académico de la Universidad de Cambridge, Joseph MacCurdy ha asegurado además que su antisemitismo aumentaba según iba perdiendo terreno en la Segunda Guerra Mundial.
Hitler "cayó en una red de delirios religiosos". A medida que iba perdiendo poder en la contienda sus esfuerzos por exterminar a los judíos crecían. "Los judíos eran la encarnación del mal, mientras que él mismo representaba el espíritu de la bondad", explica MacCurdy. Era su deber "lograr la victoria sobre el mal".
El historiador Scott Anthony, también de esta universidad, al verse en evidencia tras su fracaso, trató de buscar a toda costa una "cabeza de turco".
La venganza de Hitler
