El dicho es tan viejo que lo solemos esquivar: no deje que las ramas te impidan ver el bosque. Y eso es exactamente lo que ocurre en el sector del libro, industria según algunos. Sí, el mundo editorial no ha encontrado mejor respuesta a la crisis -las ventas han descendido en torno a un 15%- que contraatacar a la vieja usanza: aumentando el número de novedades.
En vez de contraerse, la respuesta es crecer. Porque arrojar novedades sobre el lector ha sido, históricamente en España, la única manera de hacer negocio: cuántos más se edite, más posibilidades de que caiga la breva, o sea, que una de esas novelas -casi siempre son novelas, casi siete de cada diez- se convierta en el milagro del pan y los peces protagonizado por un Carlos Ruiz Zafón, un Stieg Larsson, J. K. Rowling o un Arturo Pérez Reverte.
Porque, consultados libreros, editores y autores, lo que se ve en el escaparate es un retraimiento de los lectores o de sus comprar para ser más exactos, un aumento considerable de devoluciones por parte de los libreros, una drástica reducción de las tiradas y de recortes en costes de edición (tipo de papel, tapa, tamaño, paginación), el aumento de la edición en bolsillo... incluso una redundancia de libros sin derecho de autor, que en España han lanzado al mercado en los últimos años a un sinfín de pequeñas editoriales casi artesanales.
Otros dos datos son elocuentes: aumenta el número de usuarios de las bibliotecas públicas y desciende, aunque levemente, el número de lectores. Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros que presentó la Federación de Gremios de Editores de España el índice de lectura se sitúa en el 54,6%, es decir, 2,2 puntos por debajo de los resultados obtenidos en 2007.
A Javier Marías le gusta citar a Antonio Méndez, al librero Méndez, que algunos creen un personaje de ficción. Pues no: el librero Méndez existe, por supuesto, y regenta una librería en la calle Mayor: "Soy librero desde el año 1982 y aunque he conocido todo tipo de dificultades, nunca me he encontrado en la encrucijada de tener que desmentir este Mundo feliz en el que parecen vivir algunos de los segmentos del sector". Porque sigue habiendo quien niega la mayor.
Panorama recatado
Lo que Méndez dibuja es un panorama recatado: "Si no es crisis que desde septiembre de 2008 hayan bajado las ventas un 15% con respecto al mismo periodo del curso anterior, que algún colega librero me lo desmienta. Si no es crisis que el índice de devoluciones haya aumentado un 10%, que algún distribuidor me lo desmienta. Si no es crisis que el ritmo de novedades se mantenga muy alto y que la media por tirada se reduzca cada vez más, que algún editor me lo desmienta".
Manuel Gil, consultor editorial y autor de El nuevo paradigma del sector del libro (Trama Editorial) denuncia que lo que está ocurriendo es que la "burbuja editorial" se está desinflando. ¿Es sostenible el modelo editorial español? Su consejo o propuesta es que "el sector debería aprovechar la situación para rediseñarse y establecer un modelo más sostenible, racional y lógico de lo que era hasta la fecha". Y lo explica a partir de tres respuestas clarificadoras.
Una: la masa de lectores habituales permanece constante o en regresión (a pesar de lo que dicen las encuestas). Dos: el espacio físico de exposición -en las librerías de verdad- está estancado o en abierta regresión. Cada vez son menos los libros expuestos y más los publicados. Contradicción insostenible.
Y tres: el crecimiento de los precios año tras año choca frontalmente con la limitación de la renta disponible en la generación cero, grupo demográfico que debería sustituir a los baby boomers de la generación de los 60-70, y que son los compradores de entre 20 y 35 años, que se encuentran con cero trabajo, cero renta y cero expectativas.
España en cifras
La Federación de Gremios de Editores de España es una asociación creada en 1978 para representar y defender los intereses generales del sector editorial. Su presidente, recién elegido, es Pedro de Andrés. En España, la industria editorial mueve anualmente cerca de 4.000 millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo, directo e indirecto, a más de 30.000 personas.
Las 836 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 95% del sector y a lo largo de 2008 editaron 255,5 millones de libros, un 12,6% más que en el año anterior. El número de títulos editados aumentó un 18,4% respecto a 2007, mientras que la tirada media descendió un 4,9%, según la Estadística de la Producción Editorial, que publica el INE.
La interpretación de Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, constata que en 2008 bajaron un 2% las ventas, pero 2009 ha sido malo. "Se nota que la crisis está afectando". Es significativa en cuanto a que a finales de año pasado el discurso era distinto: que el libro estaba resistiendo a la crisis. Pero en unos meses, se ha venido a pique.
Aún así, Ávila ha señalado que la media de gasto en libro por habitante en España es ya muy reducida (0,19 céntimos por día) y que el sector ha apostado además por la reducción de precios, con la oferta de libros de bolsillo, por lo que, "si no se compra, es por otros motivos, no por la crisis".
Aún así, para hoy las previsiones son optimistas. El Gremio de Libreros de Catalunya prevé que se reproducirán las ventas del año pasado: 20 millones de euros, casi el 8% de las ventas anuales. Para algunas librerías, incluso, este día supone incluso el 15% de su negocio anual, pese a que el precio de venta al público alcanza rebajas del 10%.