El Consejo Supremo Electoral de Nicaragua ha cedido a las peticiones de la oposición y ha aceptado llevar a cabo un nuevo recuento de todas los votos depositados en Managua durante las elecciones municipales del pasado domingo, cuya validez había sido puesta en duda por supuesta falta de transparencia.
Tanto el opositor Partido Liberal Constitucionalista como personalidades y organismos de la sociedad civil reclamaban algunas aclaraciones y finalmente, en rueda de prensa, el presidente de la CSE, Roberto Rivas, ha confirmado un nuevo recuento en la capital nicaragüense, donde las dos formaciones mayoritarias se atribuyen la victoria.
La tensión ha crecido en Managua desde los comicios y militantes sandinistas arremetían por la tarde contra comercios y vehículos, según informaciones de los medios locales recogidas por Europa Press.
El propio Rivas ha reconocido que "hay casas y vehículos quemados en Managua y otras ciudadades donde se han producido hechos de violencia" y llamó a la población a la calma a la espera de resultados definitivos.
Papeletas en la basura
Además, se investigará la aparición de urnas, sufragios y otros documentos en la basura en algunas localidades. En este sentido, tanto Estados Unidos como la Unión Europea habían pedido previamente "transparencia" a las autoridades electorales, ante las reclamaciones de la oposición y de distintos grupos civiles, algunos de los cuales piden un nuevo escrutinio en una treintena de municipios.