Prácticamente desintegrado y convertido en zona de bajas presiones, el otrora huracán Paloma provocaba lluvias y marejadas en el oriente de Cuba, dejando algunos daños y ninguna víctima, en un país que aún no se recupera de otros dos ciclones.
"Paloma continuó debilitándose rápidamente a su paso por Camagüey y ahora sólo es identificable como una amplia zona de bajas presiones" y aunque los remanentes "salgan al mar hacia las Bahamas, las condiciones ya descritas no permitirán una regeneración del sistema", indicó el último aviso el Instituto de Meteorología (Insmet).
En su último aviso sobre Paloma, correspondiente a las 06H00 (11H00 GMT), explicó que "fuertes vientos a niveles de los 10-12 kilómetros de altura rompieron en pocas horas la estructura vertical del huracán, a lo que se sumó la acción propia de su paso sobre tierra".
Advirtió que "se mantendrán todavía las marejadas en la costa Sur desde Camagüey hasta Guantánamo (este), las que irán disminuyendo gradualmente a lo largo del día de hoy".
Tormenta tropical
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense, con sede en Miami, coincidió en parte con el pronóstico, al calificar a Paloma como "tormenta tropical", con vientos de 110 kilómetros por hora y ubicado sobre la ciudad de Camagüey a las 12H00 GMT.
Los remanentes del ciclón se hacen sentir con lluvias sobre la oriental Camagüey, constataron periodistas de AFP en la zona, sobre todo en cercanías de Nuevitas, en la costa norte, tras haber causado penetraciones del mar en Santa Cruz del Sur, por donde entró.
Santa Cruz del Sur, arrasado hace 76 años por un ciclón que dejó más de 3.000 muertos, la mayor tragedia en la historia de la isla, es uno de los poblados más castigados por Paloma, que lo dejó aislado.
Elevaciones del mar de cuatro metros
Del poblado -de 25.000 habitantes- fueron evacuadas todas las personas que residen en zonas bajas o en casas que se estiman no podían soportar la fuerza de los vientos o las penetraciones del mar, que se elevó unos cuatro metros.
Tras golpear Islas Caimán a su paso por el Caribe, Paloma impactó de lleno a Cuba la noche del sábado cerca de Santa Cruz, con la potencia de un huracán categoría tres, con vientos de 200 km/h.
En Camagüey, el río Hatibonico, que atraviesa la provincia, creció y se desbordó; en tanto que en algunos poblados el mar entró más de kilómetro y medio tierra adentro.
El huracán dejó sin electricidad a muchos municipios de Camagüey de otras provincias del oriente, derrumbó antenas y torres de telecomunicaciones, así como árboles, según los reportes.
Más de medio millón de personas fueron evacuadas sobre todo de las provincias de Camagüey, Las Tunas, Holguín y Granma, donde fue declarada la alarma ciclónica, según la Defensa Civil.
Resguardados los extranjeros
Miles de estudiantes internos en los campos de las provincias del oriente cubano fueron llevados a sus casas, en tanto que también se pusieron a resguardo unos 6.000 turistas extranjeros que se encontraban en los cayos de Ciego de Avila y Holguín.
Autoridades y la población prepararon albergues y alimentos para los evacuados. Casi todo el transporte terrestre, marítimo y aéreo quedó paralizado, con excepción de La Habana y la provincia de Pinar del Río, la parte más occidental de Cuba.
Este es el tercer huracán que golpea directamente a la isla en dos meses, Ike y Gustav arrasaron todo el país, dejaron siete muertos, unos 9.000 millones de dólares en pérdidas, medio millón de viviendas destruidas o dañadas, y un gran desabastecimiento de productos agrícolas.
"Tenemos que seguir recuperándonos, seguir adelante", afirmó el jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, general José Ramón Pardo Guerra, en una radioemisora local.