Agentes encontraron droga en un bar de Ciudad de México donde aparentemente desaparecieron once jóvenes la semana pasada, informó este sábado la fiscalía de la capital, que reconoció no saber si se trata de un secuestro y haber perdido de vista al único testigo ocular.
"Fueron aseguradas 12 pastillas psicotrópicas, 42 gramos de marihuana y diez fragmentos (rastros) dactilares" en el bar "Heaven", localizado en la concurrida Zona Rosa de la capital, dijo en conferencia de prensa el procurador general de justicia (fiscal) de Ciudad de México, Rodolfo Ríos.
Basándose en declaraciones de un supuesto testigo ocular, los familiares de los desaparecidos la mañana del 26 de mayo -entre ellos un menor de 16 años-, aseguran que un comando armado se llevó a los jóvenes en camionetas tras haberlos asaltado fuera del bar, que abre las noches de fin de semana hasta bien entrada la mañana.
Pero Ríos anunció este sábado que no se tiene "acreditada fehacientemente la existencia de un comando de esa naturaleza" y que el único testigo que aparentemente presenció los hechos y que rindió declaración ante las autoridades ya "no se encuentra" en el domicilio que indicó.
Las autoridades tampoco han logrado localizar ni al dueño ni a los trabajadores del establecimiento, que se encuentra cerrado.
El funcionario precisó que también se confiscó del bar documentación contable y dos computadoras que están siendo analizadas por personal especializado junto con los videos que fueron captados en la zona por cámaras privadas y del gobierno.
Las imágenes muestran que varias camionetas transitaron por la calle donde se sitúa el bar, "pero no podemos aseverar con precisión que las personas (desaparecidas) se encontraban en el interior de las mismas", añadió Ríos, quien subrayó que "no hay señales de violencia ni en el interior ni exterior" del local.
"No tenemos descartada ninguna línea" de investigación, aseguró, luego de que el viernes reconociera que ni siquiera cuenta con "evidencia exacta y precisa" de que los desaparecidos estuvieran en ese bar.
Los jóvenes desaparecidos son habitantes del violento y empobrecido barrio Tepito y al menos dos de ellos tienen padres que están en prisión desde hace 10 años.
Sus familiares se han manifestado para denunciar la lentitud de las investigaciones, pero Ríos asegura que "ellos están confiando en las autoridades".
