
Brasil, ante la masiva llegada de inmigrantes a la Amazonía, agilizará la regularización sólo de los ilegales haitianos, mientras que el resto de otras nacionalidades deberá someterse al trámite burocrático normal, informaron fuentes oficiales.
El secretario nacional de Justicia, Paulo Abrao, anunció en la capital brasileña las medidas que adoptará la llamada "Fuerza Tarea" integrada por representantes del Gobierno federal y del amazónico estado de Acre para resolver la situación de los haitianos.
"El conjunto de medidas especiales que el Estado brasileño adopta para fines de regularización dentro de nuestro territorio está destinado a los haitianos, en virtud de la responsabilidad diplomática e histórica que Brasil tiene con el pueblo de Haiti", afirmó el secretario.
Abrao indicó que se crearán tres grupos de trabajo: uno encargado de dar rapidez a la entrega de documentos, como la visa de trabajo; otro para clasificar la situación de cada inmigrante y detectar casos especiales como los de mujeres embarazadas, ancianos, menores y personas enfermas, y uno para asesorarlos en cuestiones laborales.
Las visas de trabajo serán otorgadas por un plazo de cinco años, pudiendo ser renovadas por igual período y, dependiendo de los casos particulares, transformadas luego de una década en residencia permanente.
Brasil anunció que solicitará apoyo a Perú y Bolivia para frenar esa masiva llegada de inmigrantes.
En las últimas semanas, el fenómeno se ha agravado en los límites de Bolivia, desde donde ingresaron a Brasil unos 1.600 inmigrantes ilegales, que se encuentran alojados en precarias condiciones en las ciudades de Epitaciolandia y Brasileia.
Según la Secretaría de Derechos Humanos de Acre, la gran mayoría es de origen haitiano, aunque también hay unos 60 senegaleses, 8 dominicanos, 5 nigerianos y al menos un bengalí.
La inmigración desde Haití por esas fronteras comenzó después del terremoto que devastó a esa nación antillana en enero de 2010 y desde entonces no ha parado.
Para intentar ponerle freno, el Gobierno brasileño limitó las concesiones de visados a 1.200 por año, pero siempre que fueran tramitados en Haití y no en territorio de Brasil.
Sin embargo, después de haber otorgado visados a 1.593 haitianos en 2011, ese número saltó hasta 1.900 en 2012 y este año ya ha sido superado en solamente tres meses de 2013.
Las visas de trabajo serán otorgadas por un plazo de cinco años, pudiendo ser renovadas por igual período y, dependiendo de los casos particulares, transformadas luego de una década en residencia permanente.